𝐂𝐮𝐫𝐢𝐨𝐬𝐢𝐝𝐚𝐝 ♡ 𝐑𝐨𝐝𝐫𝐢𝐭𝐨𝐦

II

Rodrigo estaba muy nervioso, se quedó como cinco minutos sentado junto a Barry analizando la situación, por unos momentos se pregunta cómo carajos llegó a eso y luego recuerda todo nuevamente.

Se pregunta si debería tener algo listo, claramente sabe que van a coger o al menos un intento de ello, ya tiene condones y lubricante por obvias razones pero no sabía qué hacer.

¿Debería depilarse? hace mucho tiempo que no lo hace, aunque realmente nunca le gustó mucho hacerlo, solo se limpiaba bien y ya estaba.

Mientras se seguía preguntando miles de cosas organizó un poco la casa, especialmente su habitación, ahora todo se veía ordenado, revisó su celular, aún faltaba un poco, el corazón en cualquier momento se le iba a salir del pecho.

Mientras tanto Tomás estaba algo emocionado, hace un tiempo que no tenía algo sexual debido a su ocupada agenda y casualmente ahora está esto, por alguna razón igualmente le gustaban los chicos sin experiencia, le gustaba mucho guiar y dominar, aunque claro, ser el sumiso era de su agrado también.

Se preguntó si llevar algo en específico pero solo optó por lubricante si es que Rodrigo no tenía y emprendió camino al lugar tomando un uber, seguramente se quede en la casa hasta mañana, a menos de que pase algo realmente incómodo pero lo duda.

Por si algo al menos termina durmiendo en la sala.

Sonrió divertido mirando un poco su celular mientras iba en aquel auto empezando a crear distintos escenarios, no puede negar que ha tenido ganas de cogerse a Rodrigo antes, o que este lo coja a él, solo que por lógica sabía que nunca iba a pasar.

Hasta ahora.

Fue también algo que no quiso desaprovechar, de todas formas ¿quién mejor que él para sacarlo de dudas? probablemente muchos otros, arruinar su amistad de esa manera era muy riesgoso pero pensar con el pito era una mejor opción para él, por una vez quisiera no preocuparse por las consecuencias de sus actos.

Finalmente llegó al lugar y tocó el timbre metiendo las manos en sus bolsillos relamiendo sus labios cada dos por tres, los nervios lo consumían.

Rodrigo pegó un salto apenas escuchó el timbre y sintió aún más nervios, intentó darse cachetadas mentales y finalmente caminó hacia la puerta abriendo la misma viendo a su amigo Tomás. Se veía muy bien, aquel conjunto le quedaba perfecto y hasta se notaba recién bañado.

-Pasá.- Dijo mientras extendía el brazo, esperaba no se note que estaba temblando.

-Gracias~.- Canturreó divertido el mayor, claramente que lo había notado, era imposible no hacerlo.

-Yo eh... ¿querés algo de tomar primero?- Quiso hablar el de ojos verdes para de alguna manera calmar sus nervios.

-Dale, hay que relajarse.- Dijo Tomás y Rodrigo simplemente asintió para ir a la cocina mientras que su amigo lo seguía.

Sacó un vaso de plástico junto a una gaseosa ya que no se le ocurría qué otra cosa tomar en ese momento y estuvo a nada de servir hasta que se le cayó el vaso haciendo reír a Tomás.

-Menos mal era de plástico ¿no?- Preguntó el chico mientras lo recogía por él aprovechando un momento para hacerse más cerca del menor, casi acorralando su cuerpo.

-Soy un boludo, que no se note que me estoy muriendo.- Comentó Rodrigo sonriendo un poco para aliviarse y Tomás asintió.

-Sabés que podemos parar todo si no te sentís cómodo ¿cierto?- Quiso asegurarse el de ojos cafés y su amigo simplemente asintió rápidamente pasando una mano por el hombro ajeno.

-Lo sé, de alguna manera me gusta que esto vaya a ser con vos, solo... No quiero cagarla y ando medio nervioso, ya sabés.- Comentó mientras terminaba por pasar ambos brazos al rededor del cuello ajeno abrazándolo, siempre ha adorado abrazar a sus amigos pero no hace falta decir el porqué éste se sentía tan diferente.