𝐂𝐮𝐫𝐢𝐨𝐬𝐢𝐝𝐚𝐝 ♡ 𝐑𝐨𝐝𝐫𝐢𝐭𝐨𝐦

III

Esa noche durmieron juntos, cabe aclarar que ya lo hicieron antes una vez aunque claramente no ocurrió nada remotamente similar a lo que pasó recientemente, además de claro, tener a un Tomás abrazando fuertemente a Rodrigo mientras se recostaba en su pecho.

Tomás fue el primero en despertar, con algo de luz entrando por la ventana mientras sus piernas estaban enredadas con las del menor y uno de sus brazos abrazaba su cintura, levantó la mirada viendo como Rodrigo dormía plácidamente, se sintió alegre por alguna razón y sin ganas de moverse sin embargo sabía que probablemente ya era algo tarde y ambos tenían cosas que hacer por lo que sacudió un poco al castaño.

-Rodri, pss, Rodri.- Intentó levantarlo haciendo que el nombrado suelte una queja y le abrace más fuerte.

-Pelotudo hijo de puta hay que levantarse.- Le insultó riendo y sin querer ser muy brusco se separó del menor levantándose de la cama quitando un poco las cobijas del contrario cosa que hizo que éste se tapara con las mismas queriendo dormir más.

-Voy a hacer algo de comer, espero no te joda que use tus cosas.- Avisó levantándose, se encontraba con un pantalón y sin camiseta, estaba haciendo algo de calor por alguna razón, tomó su celular soltando un quejido al ver que no tenía batería y vio la hora, 11:23, nada mal, deja el dispositivo en la mesa para después dirigirse a la cocina.

Al llegar ahí había un chico bastante alto comiéndose unas galletas mientras veía su teléfono, éste le vio curioso y sonrió.

-Che Rob ¿qué hacés por acá?- Preguntó amistoso, claro que lo iba a reconocer, es Robleis.

-A-Ah, nada, ayer vine a ver a Carre y me quedé a dormir.- Explicó tranquilo mientras se adentraba más a la cocina haciendo memoria, claro, él era Amir, vivía con Rodrigo, sinceramente nunca habló mucho con él, solo dos veces que se vieron brevemente pero ya pudo recordarlo, aunque le tomó por sorpresa el verlo ahí, irónico si es su casa.

-Mhh, re lindos se veían abrazados eh, re putos igual.- Bromeó dándole una mordida a sus galletas y Tomás solo se tragó la risa sonriendo leve.

-Si bueno, ese es más puto que yo a veces.- Dijo y el otro chico se carcajeó asintiendo, que bueno que no le dijo nada por andar sin camisa, Tomás ya estaba apunto de volver al cuarto porque tampoco quería ser tan atrevido con Amir y tomar las cosas de la cocina como si nada, pero por suerte Rodrigo apareció con una cara de sueño saludando a Amir con un choque de puños y dándole una leve palmadita a Tomás.

-Hora de desayunar~.- Canturreó intentando actuar de la manera más casual posible para disponerse a hacer el desayuno.

-Pero si vos nunca desayunás.- Inquirió Amir alzando una ceja y poco después el de ojos verdes sin mirarlo solo empieza a sacar los ingredientes.

-Tenemos un invitado che, hay que alimentarlo.- Dice con obviedad y Tomás solo se queda recostado contra la mesa sonriendo por ese gesto, igual es algo que Rodrigo haría por cualquiera de sus amigos, pero no podía evitar sentirse especial por unos momentos.

♡

Después del desayuno Tomás tuvo que irse y Rodrigo junto con Amir salieron a hacer algunas cosas que tenían pendientes, también le comentó el haberlo visto dormido de esa manera tan cariñosa con Robleis pero el ojiverde no dio muchos detalles.

Pasaron los días, Rodrigo y Tomás se volvieron un poco más cercanos de lo que ya eran pero no fue un cambio significativo, lo único era que quizás habían insinuaciones por parte de ambos y que hayan tenido un segundo encuentro sexual después de no mucho tiempo.

Rodrigo ya se podría decir que se consideraba bisexual, al menos era lo más obvio en su cabeza a pesar de que nunca hubo ningún chico que le atrajera sentimentalmente, cree que es suficiente el disfrutar los encuentros sexuales con Tomás, no es un verdadero problema de todas formas, no es como que sea algo sumamente importante en su vida, especialmente teniendo en cuenta que por lo menos su familia cercana y amigos le apoyarían si lo fuera, por ende, su dilema ha "desaparecido".