Hay un momento en la vida...
Un momento decisivo.
Un momento que marca.
Cuando la ciudad en la que naciste te hace sentir como un turista mas. Y sabes que ya no hay mas lugar para ti.
Que haz agotado todas las posibilidades.
Haz tomado todos los caminos.
Incluso te haz quedado sentado observando.
Y haz sido espectador de tus felicidades y de tus infortunios.
Llegue a ese punto de la vida donde entiendo a Rimbaud y su terrible obsesión con la palabra asco.
La monotonía te asquea,te sofoca hasta morir. Te consume y acaba con tus ganas de vivir.
Pero me di cuenta que ya hace mucho tiempo que vivo así.
Encerrada en mis cuatro paredes de auto proyección. Donde no hago mas que repetir las misma acciones de manera diferente.
Esperando resultados distintos. Conducta demente.
Y me di cuenta que esto no es para ti.
La monotonía no es lo tuyo.
Y esta bien,por que tampoco es algo que me haya funcionado ciertamente.
Así que lo dejare.
Por un tiempo.
Como te dije que dejaría el cigarro,pero sabes que me encanta ver las curvas del humo en el aire.
Como te dije que ya no te buscaría,por que siempre apareces aunque no lo haga.
Tal vez deje de pensarte tanto.
Tal vez deje de escribir.
Pero soy tan indecisa que no me atrevo a prometer nada.Es momento de partir.
De probar cosas nuevas.
Y quisiera que fueras algo nuevo. Por que me encantaría volver a conocerte,sin duda.
Pero no es así.
Por que esto no es lo tuyo.
Y tampoco lo nuevo es para ti.