Tal vez nací daltónica del alma.
Y confundo las almas de color.
Me enamoro de matices que no existen.
Y me encanta hacerlo.
Una y otra vez.
Con un porro en la boca y música que no me gusta sonando a todo volumen.
En una fiesta rodeada de personas que no me agradan y que sonríen sin parar.
Me gusta.
Me gusta enamorarme de colores diferentes.
Y quedarme a admirarlos hasta las 3 de la mañana cuando mi madre se rinde de llamarme.
Cuando me río por teléfono dejando notar mi grado de inconsciencia y alguien grita alguna estupidez para que ella se enoje mas.
Y cuelgo.
Para fumar otra vez.
Me gusta enamorarme de sus colores.
De los matices de los ojos de personas que no ven.
Pero que sienten.
Me gusta fingir que esas son sus almas.
Aunque no lo sean.
Me gustan los colores que se ven de un lado a otro del metro.
Y los colores que se forman en tu cara cuando te beso.
Nací así,fingiendo saber de qué color eres.
Pero no lo se,por que mi mente me engaña y solo ve lo que le gusta.
Y tu le gustas.
Como le gusta bailar en las fiestas cuando ya todos están bien pachecos.
No distingo los colores del alma por que los míos son diferentes.
Y pretendo que los tuyos sean iguales. Por eso no negué nada cuando en medio de nuestras peleas me reclamabas que te estaba haciendo como quería.
Por que te quería.
Me gustan tus colores.
Aunque ahora haya solo un fondo blanco en todas partes. Ahí donde solías estar.
Ya no veo tus colores en nadie mas.
Y por eso me di cuenta de que soy daltónica del alma.
Por que todos son tan distintos y nadie como tu.
Por que te hice como quise y te dejaste.
Y me gusta.
Las fotos que te tome con la polaroid mientras te ponías la ropa.
En mi cuarto.
Sabes que extrañas eso.
Lo se cuando te veo.
Y aunque lo niegues se que sonreíste cuando viste que me pinte el cabello del color que querías.
Aunque ese día te dije que te odiaba con toda el alma y que si no te volvía a ver era por que extrañaba que me vieras de la misma manera que cuando me conociste.
Pero no me puedes ver igual por que ya no eres el mismo. Y ya no soy la misma.
Por que ahora que se que veo lo que quiero,ya no te quiero.
Ya no te quiero por ser como quiero que seas.
Y te odio.
Por ser de colores que puedo ver.
Y odio no ver el color de tu alma como es.
Por que siempre se refleja la mía.
Y esa ya esta tan podrida como la manzana que me regalaste algún día pero que guardo en el refri. A lado del pastel de la boda de tu tía.
Solo por que te gustó el chantillí.
Espero que si te vuelvo a ver seas de otros colores.
Y que no recuerdes los míos.