-La corte abre sección, todos de pie-
Grito el vigilante que abría la puerta dandole la bienvenida al Juez.
-Nos encontramos reunidos aquí por los delitos cometidos del señor Enrique torres.
Quien es culpado de robo a mano armada, asesinatos en series, homicidios grabes y culposos y demás incluyendo que es perteneciente de una banda delincuencial, una de las mas buscadas de esta ciudad y mas peligrosas.-
Los abogados alistaron los documentos de las pruebas y demas papeles.
-Chico escuchame, si aceptas los cargos te rebajaran la condena y de pronto por buen comportamiento hasta salgas de la cárcel lo antes postulado. ¿Que dices?-
Le preguntaba el señor abogado que el estado le proporciono a Enrique o Kike.
El no mencionaba ni una sola palabra.
Después de un momento, el juez llamo a el sargento Muldfor como demandante y lo sentó enfrente para aserle un par de preguntas ultimas.
-Enrrique Torres o mas conocido como Kike, ¿No?-
-Si-
-Acepta aver cometido los anteriores cargos mencionados por el señor juez, ¿cierto?-
-¡Los acepto!-
Kike con una mirada llena de odio eapozado y sentado en una banca donde todos los miraban y las cámaras de televisión lo grababan veía hacia todos lados caras reconocidas, hasta tubo la esperanza de ver a Reik o Chavela dentro.
Fue extraño para el ver ha alguien que en realidad veía en sus pensamientos, un joven moreno quien vestía con trapoz pertenecientes de su banda y señalaba a enfrente.
_¿Lucho?_
Pensó e intentaba buscar la persona que señalaba cuando vio a el señor Echeverry muy cerio viéndole al rostro y junto a el Taylor, quien intentaba cubrirce el rostro para que no lo viera.
Abrió sus ojos y cuando volvió a buscar al joven ya no estaba hay, su corazón se acelero a millón y comenzó hablar.
-Juez, por favor dicteme la condena.-
Le dijo mirándole la cara al juez y volviendo a clavar su mirada en el rostro de Taylor.
-¿No piensas decir mas nada.?-
Le preguntaba el sargento Muldfor muy confundido.
-Te rebajaran la pena si hablas.-
-Señor Muldfor, tome asiento por favor. Dictare la condena de este hombre. En unos minutos.-
Dijo el el juez. Pasaron los minutos y volvió ah entrar la corte en sección cuando comenzó el juez:
