La elección perfecta

3

El regreso

POV MATHEO

Después de pasar casi un año fuera de casa, regresar se sentía muy extraño y aunque debo de admitir que al inicio me la pasaba pensando constantemente como sería regresar, nunca imagine que sería porque por fin, mi padre podrá completar lo que un día inicio.

En cuanto puse un pie en la mansión, quise ir a buscar a Cassidy, pero lamentablemente no me lo permitieron, porque inmediatamente llego el padre de Draco y me llevo con mi padre, al gran salón.

— Padre —lo salude cordialmente en cuanto entre.

— Llegan tarde —me respondió de manera tajante y rodee los ojos.

No podía esperar ningún otro saludo de su parte.

— Siempre es un gusto volver a verte —murmure con sarcasmo y Tom me dio un codazo.

— Venimos lo más rápido que pudimos —le informó Tom con serenidad.

— No fue lo suficiente rápido como me hubiera gustado.

— Pero ya estamos aquí —mencione y los dos me miraron mal.

Que horrible carácter tienen ambos.

No cabe ninguna duda de que son familia.

— ¿Es cierto lo que decía la carta? —mi padre miro a mi hermano con cara de: "¿Por qué mentiría?". Mi hermano ignoro esa mirada, porque siguió hablando como si nada— ¿Mañana atacaras Hogwarts?

— Si y quiero que estén a mi lado.

Espera... ¿Qué?

De reojo mire a Tom y estaba igual de sorprendido que yo y es que a mis 16 años, jamás nos había dicho algo así. Lo que me deja pensando que tal vez el hecho de que estuviéramos lejos un tiempo, hizo que nos extrañara y que recapacitara, lo que dejaba a la posibilidad de que ahora las cosas fueran distin...

— Además de que quiero que se aseguren de que la niña cumpla con su parte —la leve sonrisa que se estaba formando en mis labios desapareció.

Ese si era Voldemort.

Estamos aquí, porque quiere que hagamos el trabajo que no puede hacer él y como esto se trata de Cassidy, nos mandó a nosotros, porque somos los únicos a los que ella les haría caso, por eso no mando a uno de sus Mortífagos de más confianza.

— ¿Qué niña? —preguntó Tom, aunque ambos sabíamos de quien estaba hablando.

— Cassidy.

En mis planes estaba ir a verla en el minuto uno en el que puse un pie en la mansión, pero la cosa ya no era tan sencilla.

— ¿Qué tiene que hacer? —preguntó nuevamente mi hermano y nuestro padre sonrió de oreja a oreja.

— Tiene que matar a Harry Potter —compartí una rápida mirada de preocupación con mi hermano.

Carajo.

[...]

Con mucho cuidado de no hacer ruido, empecé a subir las escaleras, para ir al cuarto Cassidy, el cual se encontraba en el 4 piso, justo al fondo del pasillo.

— ¿Se puede saber a dónde vas? —apenas puse un pie en el primer escalón y ya tenía a mi hermano detrás de mí.

No extrañaba cuando hacia eso.

— Voy a tomar aire —le informe de mala gana.

— ¿En el techo? —me preguntó cruzándose de brazos.