Te conocí un día lluvioso, el aire se sentía helado, mi cuerpo estaba sumergido en el sonido de la televisión mientras veía a mi hermano reírse. Mi concentración fue interrumpida por la vibración de mi teléfono, era tarde.
- ¿Quién podría ser? — Pensé.
Miré el teléfono en la barra de notificaciones su nombre apareció en mi pantalla "Nehemías".
Mi rostro se mostró confuso, no conocía a nadie con ese nombre, decidí responder su mensaje. Quien diría que eso sería el inicio de mis lamentos y arrepentimiento, la noche ya no se sentía fría, tenia un toque de calidez y paz. Una sonrisa se formo en mi rostro, hablar con él me hacía sentir mejor, me hacia olvidar de mis problemas, no podía pensar en otra cosa. Aquella noche helada se convirtió en el inicio de una historia de ¿amor? No sé si debería llamarlo así.
