Era de noche, estaba en casa de mi abuela, no tenía nada que hacer aparte de hablar con él, duramos varias horas texteando, enviando audios, cambiando de posición porque nuestros brazos se cansaban. Recuerdo el dolor de mi rostro por pasar horas sonriendo, me gustaba que no tuviera filtros para hablar, siempre me decía las cosas como eran sin importar si era desagradable o no.
Recuerdo tus gustos, como me preguntabas que cosas me gustaban y que cosas no, lo que veía, me pediste leer mis escritos, yo leí tus poemas... eran muy tristes.
- ¿No has intentado escribir algo sobre amor? — le escribí.
- Hasta el momento no he sentido lo que es el amor. — me respondió.
No supe que decirte, cambie de tema, lo lamento. Esa noche descubrí que te gustaba Kanye West y Mon Laferte, el clima frio, la luna, la naturaleza, tu amor hacia la comida, la música, mis escritos, escribir poemas, hacer chistes malos, que eres de sangre caliente, tu cumpleaños, sobre tu hermano, mandar fotos con filtros raros, tu extraña obsesión por decime "mija" y "my lady", que te gustan los planes tranquilos, que eres detallista, ciertos animes, dibujar, el amor que le tienes a tu mami, los audios contándome cualquier cosa, dar consejo, hablar como niño pequeño, enviar mil mensajes en lugar de solo uno, creo que agarre esa costumbre de ti.
