Candy se ha metido en un gran lío. Otra vez. Por eso acepta que su mejor amiga la arrastre al hotel de su familia para pasar las Navidades. A fin de cuentas, ¿qué puede salir mal en un hotel aislado del mundo que, además, está abierto solo para la f...
―No entiendo por qué esforzarnos tanto si solo lo va a ver la familia ―se quejó Jake, tirando el enmarañado montón de luces navideñas a una caja para subir de un salto al mostrador y sentarse allí―. ¿Lo habéis pensado bien? Perderéis un montón de dinero...
Clavó la mirada en su hermano gemelo, Jayden, que se estaba esmerando mucho más que él en decorar el recibidor del hotel de su hermano mayor y su cuñada. Sin embargo, se unió al boicot de su gemelo enseguida, aunque no solía hacerlo. Él era trabajador y raramente se quejaba como hacía Jake, pero en aquella ocasión estaba de acuerdo con él.
Apenas conocían al resto de su familia y una navidad con ellos sería mucho más aburrida que rodeados de desconocidos que alquilasen las habitaciones del hotel. O desconocidas...
―Sí, creo que nos dará malas reseñas que hayáis decidido cerrar en navidades. ¡Y un mes entero! Sabéis que a la gente le encanta pasar esas fechas en lugares como este.
―¿Acaso vamos a dejar de pagaros a vosotros? ―los regañó Aysha, dándole un golpe a Jake con una bola navideña para que bajase del mostrador―. De hecho, juraría que os ofrecimos vacaciones como al resto de empleados...
―¿Y quién iba a cuidar de las gallinas? ―se burló Jake, pero bajó enseguida del mostrador y volvió al complicado trabajo de desenmarañar los cables de las luces navideñas.
Jayden se bajó también de la escalera donde estaba subido para decorar y se acercó a ayudar a su hermano con los cables, porque llevaba al menos una hora con aquello sin conseguirlo.
―Sé perfectamente cuidar de unas gallinas ―replicó Aysha con una risa, sacando más bolas de las cajas, que fue lanzando a Will para que las colgase en el inmenso árbol del recibidor.
―Pero no nos fiamos de Will ―bromeó Jake con un susurro alto para que su hermano mayor lo oyese.
―¿Por qué no me recuerdas por qué los contratamos, cariño? ―preguntó él, con tono ligero, cogiendo al vuelo otra bola especialmente grande, que dio a su hijo Scott de siete años para que pudiera colgarla.
River, que solo tenía tres, iba detrás de su hermano tratando de ayudar a colocar cualquier cosa, aunque apenas llegaba y le resultaba muy difícil enganchar los adornos.
―Porque no sabes ocuparte de las gallinas ―replicó ella, con una carcajada―. Esta es la última caja. Si Jake consigue desenredar las luces de una vez, puede que acabemos de decorar antes de que lleguen los primeros invi...
La puerta se abrió antes de que pudiera acabar la frase siquiera.
―Creo que no ―replicó Jayden con una risa.
Sin embargo, su hermano gemelo ya no le prestaba atención. Había clavado la vista en una rubia impresionante que entró la primera. Llevaba un vestido muy ajustado, de color rojo, que una chaqueta de pelo abierta apenas ocultaba. Jake codeó a Jayden con fuerza, y este clavó la vista en la preciosa rubia y tragó saliva con dificultad.
―¿Es familia nuestra, hermanita? ―preguntó Jake a Aysha, asegurándose de susurrar para que la rubia no los oyese.
―¿Jade? ―preguntó ella confusa, moviéndose para ver junto al cuerpo musculoso de su cuñado―. Ah, Candy. No, es amiga de Jade ―explicó.
Jade y su pareja entraron detrás, pero ni Jayden ni Jake les prestaron la más mínima atención.
―Quizá no sea tan aburrido después de todo ―murmuró Jayden a su gemelo.
Jake fue el primero de los dos en reaccionar, para ir a saludar, aunque Aysha y Will ya habían llegado hasta ellos.
*
Avisos varios, por favor, leed hasta el final:
-¡Nuevo capítulo cada sábado!
-Esta es la parte 9 de la saga Red Tales. Salen todos los personajes de los libros anteriores. Por lo que si no los has leído y tienes intención de hacerlo, te recomiendo ir en orden para no hacerte ningún spoiler. Aun así, cada historia se puede leer de forma independiente y si te dan igual los spoiler o no te interesan los otros libros, puedes leer este y vas a entenderlo igual.
-¡Espero que lo disfrutéis! No olvidéis dejarme vuestro amor en forma de comentarios o votos, se agradecen muchísimo y me ayudan a crecer, a llegar a más gente y a poder traeros más material.
-La serie Red Tales es una reinvención moderna de los cuentos clásicos. Antes de que me preguntéis qué cuento es este... Lo escribí de forma independiente al principio, solo porque quería dar una historia a Candy (que la recordaréis del libro de Jade, si lo habéis leído) y me apetecía escribir algo sobre Navidad. Así que podéis considerar que este libro va sobre cuentos navideños, en general, y no sobre ninguno en particular.
-Este libro contiene algunas escenas subidas de tono, que podrían considerarse +18. Si no te va eso, te recomiendo leer algunas otras historias de la saga, que son para todos los públicos o algún otro libros de mi perfil.
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