Carta n°1: oh mi amado caballero abril de 1952
No tengo las palabras necesarias para dar a entender mi descontento, he escrito esta carta con la tinta mojada de mis lágrimas, no me puedo creer tal herida que has causado a mi corazón que bombea al son de tus alientos.
Esta mañana no me has saludado con el típico beso en la frente con la que solías hacer, amanecí en una soledad mas grande que tal estrella única en el firmamento, ¿es que algo cambio en nosotros? ¿es que quizás he hecho algo mal? Tal arrepentimiento me da que faltan uñas con las que descontrolar mi ira y mis sollozos, Tu silencio solamente son heridas que se niegan a cerrar, me has dicho que soy el chico de tu vida, pero últimamente veo tu cara sin expresiones faciales, ¿acaso no soy el indicado?, ¿acaso esa chispa que prendía mi pecho nunca volverá a brillar como debiese? Esto son pensamiento que he tenido tras tu ida por la mañana, ni siquiera me has dado el típico beso en la frente … ¿deberé vestirme de negro para afrontar tal luto con el que has marchitado mi corazón?
Quizás me mirarías con una cara de duda si te digo que ese gesto no me dolió, ¿pero como te lo digo?... ¿traigo mis pañuelos de oferta por si decaigo al no recibir tu apropiada respuesta? Tendrás que controlar mis impulsos de abrazar tu pecho plateado, pero no puedo verte a los ojos sin que pasen mil y una ideas de un posible rechazo…
Me he decidido, esperare que tu me des tus razones y que nos devolvamos al hogar tomados de la mano escuchando el ultimo chisme del periódico… ¡soy todo un genio!
Carta n°2: No hay días buenos, solo días abril de 1952
Este título define bien mi día a día, no puedo dejar de pensar el ridículo que hice frente a mis allegados, te escribo esta carta mientras muerdo mi almohada (que es el mas afectado aquí) debí ser un ridículo al pensar que por lo menos un día te dirigirías a mis palabras, en toda la mañana no te has dirigido a mí, hasta te sentaste al otro extremo del salón como si de una enemistad se tratase. ¿cómo quieres que trabaje en un periódico si el propio escritor tiene crisis emocionales?
Fingí escribir estas páginas con la mirada en el suelo, pero mi corazón te apuntaba con tal magnitud que llegaba a sudar, esta tensión se siente mas extraña que de costumbre…. ¿acaso me estabas mirando y no me di cuenta? Sin dudas uno de mis errores fue el que al terminar la jornada de la mañana me despidiera a ti… ¡si nos íbamos juntos! ¡Estas palabras que me respondiste fueron un clavo entre maderas… “vete tú, hoy me quedare en el trabajo!” no me imagino la vergüenza que tuve que sufrir al devolverme a mi departamento caminando solo… contemplando como otras parejas si pueden hablar con tal gracia que me ciega la vista… oh Yurino… porque tienes que afectar tanto mi día a día, yo soy mi propia trampa a la que caigo cuando me ignoras, no hay palabras si no lloriqueos por las que no valen la pena emitir… ¿te hago unas galletas quizás?
Carta n° 3: Te deje las sobras en la nevera abril de 1952
Si no solo bastara con el descaro con el que me respondiste en la mañana, no viniste en la tarde a trabajar… había preparado unas galletas de mantequilla que envidiaría cualquier critico de las delicias, pero se secaron tras no ser mordidas por tus labios brillantes… no pude terminarlas pues uno no siente el azúcar con las emociones en el aire, tímidamente me dirigí a pedirles explicaciones a mis compañeros de trabajo pero lucían de lo mas peculiar… no era de evidenciar su falta de empatía al cuchichear entre ellos, de seguro ellos tienen algo que esconder que no me lo dicen por lastima a salir lloriqueando del lugar, no creo en las supersticiones pero este día no es de los amantes ilusionados.
Te dejare las galletas en la nevera de la oficina, no espero a que te las comas pues para mi ya no valen nada… ni siquiera pude dirigirme a tu mirada lo que es totalmente inaceptable para mi… si quieres declarar tu ruptura no me la hagas llegar por escrito, se un verdadero hombre para tu chico platónico y dime que ya no quieres seguir en esta idealizada relacion.
Mas que un lloriqueo juvenil, esta carta te la mando para que la guardes entre tantas lecturas que te envió en secreto… pero si me vas a volver a ver a los ojos… será mejor que no sean con esos ojos románticos que vi al conocerte.
Carta n°4: Respuesta Concluyente abril de 1952
(respuesta de Yurino)
… aun no se escribir cartas sin que quede rendido por mis horrores ortográficos… esto de escribir en inglés es más difícil de lo que creía, pero no te quería dejar preguntas sin responder… no se ni como empezar todo este lio que tu mismo te has montado en tu mente.
Ayer hacia realmente frio, no puedo creer que las lluvias en Londres sean tan húmedas frente a lo que me acostumbraba cuando era niño, tuve que trabajar horas extras para traerte la leña con la que prendería fuego nuestra chimenea, pero mientras dormías y procuraba que no te helaras por las cañerías tan debilitadas por la lluvia, me dio un resfrió que como nunca había tenido en mis juventudes, realmente me sentía muy fatigado como para moverme a la habitación.
Fue tal mi miedo al contagiarte, mi amado chico con lentes que no quise dormir contigo por el miedo a que tu debilitado cuerpo contrajera una enfermedad, disculpa si no te hable en todo el día pero no quería que te preocupases como siempre lo haces por mí, simplemente no soportaría el hecho que por mi irresponsabilidad tu día se arruinase por completo (aunque al parecer ya lo hice) me duele al pensar que otro de tus bajones se debiesen a mi imprudencia, mi querido chico inglés, no sabes las veces que he llorado sin derramar lagrimas por las veces en las que no me pude a dar a entender frente a tus preocupaciones.
Esas galletas estaban mas que deliciosas, tienen un aroma que embriaga mi paladar, pero sentía que no me las podía comer todas si no fueran contigo. Volveré esta noche.
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Love Machine y el Mercenario errante [ESP]
Mystery / ThrillerUn místico sicario pirómano llego a sembrar terror a las calles de Londres, Leo, Yurino y sus compañeros de la para nada prestigiosa organización "Golden Time" desvelaran el mayor caso desapariciones y asesinatos de la época.