¿Quién es el asesino?

Capitulo 2

Al finalizar el partido de fútbol volví a la cancha en la cual estaban los chicos descansando y tomando agua, mientras las personas lo felicitaban ya que habían ganado, la gente iba disminuyendo y yo iba mirando por todo lados buscando a Estevan, pero no lo ubicaba me acerque más adónde estaban los chicos, cuando unas fuertes risas se escucharon a mi espalda, ahí venían tres chicos y en el medió iba Estevan, Suspiré aliviada de no tener que hablar con nadie para preguntar por él ya que no tenía ánimos de hacerlo.

—Dawson— Dije su nombre en forma de saludó al llegar a el, esté me sonrió con burla ya que sabía lo mucho que odiaba estar junto a él.

—Thompson— Me devolvió el saludo, observé a los chicos que estaban al lado de él, uno era un chico un poco más alto que Estevan, pero cuando los detalle bien me di cuenta que era los dos chicos con los que me había tropezado, aunque bueno en realidad uno me empujó, el muy desgraciado.

Me tomé unos segundos para observarlos bien, y me di cuenta que el que me empujó, tenía los ojos café era moreno claro un cuerpo definido, pero perfectamente definido. Su nariz era respingada sus mejillas tenían un ligero rojo que parecía que había corrido, sus ojos eran pequeños pero lindo a la vez con muchas pestañas. Que envidia, su cabello era completamente negro, un negro como la noche. Ese chico de verdad que le robaría el aire a cualquier chica que le pase por a lado.

El otro chico el cual me miraba sin descaro alguno, era un poco mas simpático sí, era blanco muy blanco, sus ojos color miel o caramelo eran perfectos, eran unos ojos que te podías perder en su belleza fácilmente. Su cuerpo no era tan definido como el del otro chico ahora que los observaba mejor, de hecho el se veía más flaco al lado del otro chico pero más musculoso al lado de Estevan. Sus mejillas tenían un rojo muy ligero y unas lindas pecas en ellas. Era un chico encantador, no entiendo porque se vestía como un loco. Y ni hablar de sus labios, eran carnosos y su mandíbula perfecta.

Ya va. Espera conciencia, ¿No crees que lo estás observando de más?.

Sacudí mi cabeza y hablé.

—Bueno entonces, ¿Nos vamos?— El asintió con la cabeza y tomo su mochila que estaba en la banca junto a sus pies.

—Si, de hecho te quiero presentar a Adrián— Apunto al chico con el que me había tropezado al salir del vestidor, pero ahí entendí, el era uno de los sospechosos así que mi estómago se revolvió al pensar que su manera de vestir talvez era por—. Y el es James— Observé al otro chico, me caían mal pero de igual modo le sonreí.

—Mucho gustó—. Parecía que los tipos estaban pensando lo mismo, ya que los dos se miraron entre sí y levantaron las cejas.

—El gustó es nuestro— contestaron en tono amable pero obviamente fingido. Sonreí con hipocresía y tome del brazo a Estevan para salir de ahí los más rápido posible, ya no quedaba casi nadie solo la chica con la que compartía cuarto con otro chico el cual me imagino sería amigo de Adrián y James.

—Entonces, ¿Algún lugar en especial?—. sabía que se refería a un lugar al que me gustara ir, así que sonreí y asentí.

—De hecho, cuando era pequeña tenía una heladería favorita aquí, podemos ver si no esta cerrada—. El me observó me dio una sonrisa que por primera vez me pareció sincera y me tomo la mano para llevarme a su auto.

Luego de unos minutos de decirle más o menos por dónde me acordaba que era el camino y perdernos dos veces llegamos al lugar, el cual estabas más hermoso que antes.