Las estrellas también mueren.

Capitulo 2. Cuarto de cristal

-En 30 minutos llegaremos a nuestro destino.- dijo el capitán sacándome de mis pensamientos.-

30 minutos eenserió? -maldije en un susurro que solo yo pude oír. -

Me gire a ver hacia la ventanilla, me encantaba sentarme en el lado de la ventanilla.
Sin darme cuenta me ganó el sueño y me recargue en la ventana.

<<Estaba en un lugar iluminado que tenía el suelo y las paredes de vidrio negro donde podía verme reflejada y me daba asco lo que veía, sentí una mano tocarme el hombre y cuando voltee para verla, la mano estaba llena de sangre y escurría por toda mi espalda y el eco de la habitación hacia que se escuchara el ruido de las gotas de sangre impactando en el suelo, mientras el sudor escurriendo en mi frente caía como gotas de hielo y la iluminación hiba desapareciendo hasta que solo quedó oscuridad.>>

Desperté agitada y sudando con el corazón a punto de salirse de mi pecho, me levante del asiento para dirigirme al baño corriendo, cuando llegue entre y cerré la puerta, me deje caer en una esquina y metí mi cabeza entre mis rodillas mientras me balanceaba de adelante hacia atras abrazando mis piernas en un intento de calma.

Estaba teniendo un ataque de pánico y ansiedad, ya me había acostumbrado y esta era la única forma de calmarme, pero aún así el dolor era cada vez más fuerte al punto de hacerme llorar, pero no podía llorar, no debía hacerlo, eso me hacía débil, más de lo que soy.

No me gusta tener tiempo libre porque lo único que pasa por mi cabeza era el deseo de morir.
Me sobresalte porque alguien toco la puerta.
-Señorita,¿necesita algo?, ¿se encuentra bien?-sonó una voz masculina del otro lado de la puerta-.

Le conteste secamente que no, me levante y me acerque al lavabo para echarme agua a la cara, sosteniéndome de los lados, levante el rostro y me mire al espejo para ver la basura que soy.
Una chica de piel morena clara, ojos café oscuro, cabello negro y ondulado que es basura.

Me miró al espejo para recordarme porque me merezco todo lo que me ha pasado. Seque mi cara y abrí la puerta para dirigirme a mi asiento.
-porfavor abrochence los cinturones, estamos a punto de aterrizar- volvió a hablar el capitan-.

Abrocharse el cinturón y en unos minutos estábamos en la pista de aterrizaje, tome mis maletas y salí a la calle a tomar un taxi, cuando salí sentí el frío calarme hasta los huesos, un frío que me quema el cuerpo, me gusta.
Siempre me ha gustado el frío, sentir como tu cuerpo se acalambra, el aire frío golpeándote el rostro, que las manos te hormigueen y que los dientes golpen entre sí.

-Señorita, ¿necesita un taxi?-pregunto un hombre que supongo yo que es un chófer a menos que sea un secuestrador y quiera matarme pero lamentablemente las posibilidades son bajas.

-Si, gracias- Le di la dirección del campus donde hiba a hospedarme-.

La universidad era increíble, parecía un castillo y tenía que serlo pues se fundó en 1827, la arquitectura era hermosa y fascinante, sin duda, por eso me gusta esta escuela, además de que estaba en otro país y no tendría que ver a nadie que conozca.

Llegue al edificio donde estaban las habitaciones y entre a recepción donde estaba la encargada, era una chica como de 25 años, blanca y con ojos de color verdes.

-Bienvenida a la universidad de Toronto, mi nombre es Kim y yo voy a ser la encargada de atender este edificio, es un gusto conocerte, porfavor llena esta hoja para que pueda darte tus llaves. -dijo la chica muy feliz, desearía poder sonreír como ella-.

-Gracias-fue lo único que dije para poder llenar la hoja con mis datos.

Nombre: Beverly Baker Ron
Edad: 19 años
Fecha de nacimiento: 14/12/2002
Carrera: Arquitectura
Comida favorita:
Me quedé sorprendida por la última pregunta-¿comida favorita?,<<que les importa>>-así que la deje en blanco.

Termine de anotar los datos y le di la hoja a la chica rubia.
-Wow vas a estudiar arquitectura, es una de las carreras más difíciles y competitivas-. Lo dijo sin despegar la mirada de la hoja como si ver ese papel fuera tan interesante.
<<a mi punto de vista no lo es>>.

-Si-. Me limite a decir con una cara de pocos amigo

-No pusiste tu comida favorita, ¿quieres ponerla?- me estaba cansando, solo quería la llave, tenia que llegar a tiempo a mi habitación.

-No tengo, podrías darme la llave.-conteste tosca.

Si perdón, toma, más después llegara tu compañera de cuarto, llegaste bastante temprano, normalmente llegan muy tarde-.lo dijo extendiendome las llaves en la mano.

-¿podrías ponerlas en el mostrador?-.dije alejando mis manos de las suyas.

-Mmm, si claro, todas tuyas-. Las puso en el mostrador y las tomé para después darle una sonrisa fingida que ella noto.

Hiba a cargar mis maletas para subir las escaleras pero la voz de un hombre me interrumpio. - Te ayudo a subirlas, déjame ser caballeroso-. Era un chico bastante alto.

-No gracias-se lo dije cuanto estaba por agarrar mis maletas-No necesito tu ayuda.

-Vamos, son muchas escaleras y me puedes agradecer de una forma que nos satisfaga a los dos-. Lo dijo guiándome el ojo derecho y con una sonrisa en la cara.

-Me das asco, eres tan patetico-. Se lo dije sin una facción en mis rostro, tomé mis maletas y me diriji a las escaleras sin importarme que aquel chico me mirara como un toro enfurecido.
Pues claro herí su grandisimo ego.

Subí 6 pisos, mi habitación era la 6b, abrí la puerta con la llave y entre.
Era una habitación decente, 2 camas, 2 armarios y un baño, incluso había una tv, elegí la cama que estaba pegada a la pared de lado izquierdo, me fije en la hora en mi reloj, mi vuelo fue a las 7:00 am, tenia que llegar a las 10:41 pero hubo retraso de media hora así que llegué a las 11:11 y del aeropuerto al campus fueron 39 minutos, luego 10 minutos con la chica de recepción y después 3 minutos con el asqueroso tipo de allá abajo así que son las 12:03, me atrase, tenia que llegar hace 38 minutos a las 11:25. Toronto tenía una hora adelantada a Houston así que todo se hacía bolas en mi cabeza y eso me provocaba ansiedad.

-NO, NO, NO, NO-. Me decía en voz baja a mi misma jalando el cabello, había fallado en algo tan sencillo, solo tenía que llegar a las 11:25.

Solté un suspiro de frustración, tenía que guardas mis cosas, abrí el armario y guarde mi ropa por colores, mis zapatos por colores, y saque mis gafas, para ponerlas en la mesita alado de la cama.

Era todo lo que necesitaba, no necesitaba maquillaje, vestidos, tacones, ni nada que fuera inservible solo tenía planeado estudiar, comer y dormir.

Tenía que ir a comer, eran las 2 de la tarde, salí de mi habitación y baje al primer piso cuando una voz me habló.

-¿Tu habitación es comoda?-. Me preguntó la chica de recepción que estaba sentada detrás del mostrador con un libro en la mano, era el libro me before you (yo antes de ti), me gusta ese libro por que al final el chico se muere.

-Esta bien-. Conteste secamente, era mi forma de hablar por más que no quisiera.

Solo me salí fuera del edificio y fui hacia la cafetería que estaba a lado, era una cafetería de 2 pisos recién construida, y esta pintada de color negra con gris, se veía muy clásico, me gustaba lo básico y lo clasico.