— Devuelve a Itadori
Nunca espero una respuesta, pero la que llegó lo rompió por completo, hizo que un nudo se formará en su garganta y el miedo se apoderara de sus huesos.
— No — la indiferencia estaba pintada en el rostro robado de su amigo — No devolveré a este mocoso, bueno, solo si hacemos un trato.
Abrió ligeramente los ojos, ¿ Que trato quería hacer el espíritu ?
Pero luego quitó eso de su mente, no es espíritu, porque puede usar energía maldita, eso era al básico que sabía. Entonces sería ¿ El alma del shinnō ?
— ¿ Que quieres exactamente? — pregunto, si podía darle lo que quería, podía liberar a Yuji.
Su amigo estaba más que feliz por la ida al palacio y tan enamorado del omega que él desconocía el nombre.
Tenía que vivir esa experiencia, Itadori merecía ser feliz.
— Quiero que me ayudes a recuperar mi cuerpo.
Megumi abrió los ojos. Recuperar el cuerpo de alguien, eso sería revivirlo, claro si es que está muerto.
— Yo no sé revivir muertos — el cuerpo de Itadori río, una sonrisa ronca y malévola, los vellos de su cuerpo se erizaron al escucharla.
— Mi cuerpo está invernadero, por así decirlo y se encuentra en las catacumbas del palacio del emperador.
Ahora era el turno de Megumi de reír.
— Quieres que yo, un omega te ayude a recuperar tú cuerpo.
Los ojos de Itadori la miraban fríamente, unos ojos como rubí, bellos pero fríos.
— No eres solo un simple omega — escupió las palabras — Tienes una cantidad de energía maldita que es pura y por tu apariencia perteneces a los dos clanes más poderosos de Jujutsu.
El cuerpo de Megumi se congelo, dos, él pertenece a dos clanes. Algo no cuadraba.
— Estás demente — fueron las únicas palabras que soltó, aún cuando su cerebro estaba trabajando al cien porciento.
El cuerpo del alfa soltó una gran carcajada.
— Tal vez lo este, estar atrapado en el mundo espiritual, por ¿ Diez, cinco años ? La verdad no sé ni en que tiempo estamos — entonces su hipótesis era correcta.
Él es el hijo del emperador, era Ryomen Sukuna.
— Tú me ayudarás a derrocar al emperador de su trono — los ojos rojos de Sukuna brillaban con intensidad ante es idea — Luego te casarás conmigo y darás luz a mi heredero.
— ¿ Disculpa ? — como pasamos de derrocar al emperador a darle un primogénito.
— Cuando me convierta en emperador los ancianos intentarán negarme el puesto por la falta de una emperatriz y un primogénito, y allí es donde entras tú con tu belleza, inteligencia y gran técnica maldita.
— ¿ Porque yo ? — si iba a ser obligado a dar a luz al heredero, tenía que saber por lo menos el porque.
— Porque eres perfecto — respondió Sukuna — Siempre busque a un omega hermoso, inteligente y con una gran técnica maldita y tú eres todo el combo.
Megumi abrió los ojos.
— Siempre encontré a omegas hermosas, exóticas incluso, pero eran estúpidas — dijo recordado el hombre — Encontré a omegas inteligentes pero de poca belleza y también conocí a omegas que son bellas e inteligentes, pero que carecían de energía maldita.
Las mejillas de Megumi comenzaron a arder, sentía como su cuerpo reaccionaba por las palabras del alfa, quería controlarse, pero su omega no lo permitía.
— ¿ Y que recibo yo a cambio de todo eso ? — pregunto desafiante. El hombre río como si hubiera encontrado algo interesante.
— Sabía que ibas a pedir algo, buscas poder y eres orgulloso, eso me agrada bastante — los ojos rojos escarlata pasaron a un rojo corinto — ¿ Que es lo que desea, mi emperatriz ?
— Deseo que liberes a Itadori y elimines al clan Zenin — la sonrisa retorcida de Sukuna se mostraba en sus labios.
— Un omega que desea eliminar a su propio clan, ¡¡ Fascinante !!
Pero Megumi enfrió la mirada.
— No quiero casarme — la sonrisa de Sukuna vaciló para volver a mostrarse.
— Acéptalo, es un gran trato si lo miras por tú perspectiva — el hombre colocó una mano en su mandíbula como si estuviera pensando — Te casas conmigo o con Noaya, tú decides.
Los puños de Megumi se cerraron con furia, odiaba ese recordatorio.
— Que desdichada — Sukuna la vió fingiendo lastima — Si hubieras nacido alfa, hubieras sido la cabeza del clan Zenin, pero como eres omega, solo puedes aspirar a ser la esposa del jefe o una concubina como tú tía, Mai.
Una sonrisa retorcida aparecía en los labios de Sukuna, Megumi enterró sus uñas en su carne.
— Pero puedes tener poder, noto que buscas eso, cásate conmigo y te convertiré en la emperatriz de todo este imperio — Megumi tenía que aceptar que era tentadora la oferta.
Solo que había mucho trabajo duro por delante, suspiro cansado.
— Solo quieres eso — susurro, refiriéndose al derrocamiento del emperador, el casamiento y el bebé.
Sukuna mostró una gran sonrisa de victoria, sabía que tarde o temprano él iba a caer.
— Cuando recupere mi cuerpo, voy a liberar al mocoso...
— Itadori — interrumpió él — Su nombre es Itadori Yuji.
— Como sea, luego de liberarlo derrocamos al emperador y te casas conmigo, cuando estés embarazado, eliminaré al clan Zenin —dijo Sukuna — Simple.
Megumi lo vio fijamente, podrá recuperar a Itadori y ser libre al fin.
Libre de su sangre.
Tal vez le quiten su libertad en el palacio, pero por lo menos no estará esclavizado por los Zenin.
Bueno, está historia estará ambientada en una época tipo Japón feudal, pero con mis reglas.
Es un Omegaverse y estarán bajo mis reglas.
Van a ver otras parejas, pueden comentar cuál les gustaría ver.
Y si tienen dudas, pueden preguntar en comentarios, sería un placer poder ayudarlos.
Prohibida la copia o adaptación sin mi consentimiento.
Sin más
Besos Mágicos y Abrazos Peligrosos La Autora
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Rosa de Medianoche
FanfictionPensar que tú vida cambiaría por tocar la libertad sin poder agarrarla, por tener un deseo de libertad y sufrir las consecuencias que conlleva. Megumi desde muy joven estaba condenado a casarse con el heredero del clan Zenin, pero después de una esc...