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El tiempo transcurre impiadoso, y a él todos nos encontramos unidos.
Las estaciones acaban y empiezan, las amistades van y vienen.
Los amores de ayer ya no son lo mismo en el ahora.
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ㅤㅤㅤ ☄️. Sonadow
ㅤㅤㅤ ☄️. #OneShot
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Shadow, es una promesa ¡Seré tu rival hasta el fin de mis días!
No digas estupideces, ¿Quién te desearía cerca tantos años?
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El invierno está culminando. La escarcha blanca se desvanece y es reemplazada por el verde brillante, la ropa de abrigo es dejada a un lado y los niños pueden salir a jugar con la nieve restante. La emoción por la llegada de la primavera es palpable, pero no parece llegar a quien con ojos nostálgicos observa la escena desde la lejanía y el anonimato, retirándose a paso lento hacia la densidad del bosque que rodea al pueblo, adentrándose en la oscuridad para no ser jamás visto de nuevo, para no recaer en las memorias de una juventud percibida demasiado corta.
En otra parte, un erizo de púas azabache y carmín observa el mar portando un profundo ceño fruncido. Con la postura recta y la mirada ensombrecida parece enviar una alerta de peligro a cualquiera que se cruce en su camino; sin embargo, solo aquel que lo conoce bien no teme en acercarse, ni en colocar las manos sobre sus mejillas, ignorando la estoicidad en el gesto ajeno para sonreír inocentemente y tirar de la piel, buscando recrear lo que él gesticulaba.
—¿Me extrañaste? - Una pregunta que obtiene respuesta con un suspiro profundo y cansado del erizo moreno, mismo que sin cambiar su expresión comienza a avanzar en dirección contraria a la villa, sosteniendo del brazo a un debilitado erizo cobalto.
—No puedes irte sin avisar, menos andar sin mi.
—Oh, vamos Shadz, ya no hay amenazas reales en Bygone Island como para que me estés cuidando todo el tiempo.
—¿Quién dijo que te cuidaba? - Sonic ríe, moviendo la cabeza de un lado a otro con una jovialidad envidiable. De repente se detiene, observando el horizonte y, como si del clima se tratara, comenta:
—Desde que el doctor cabeza de huevo no apareció, todo estuvo muy tranquilo.
La atmósfera alegre desaparece, disminuyendo gradualmente hasta que es solo un susurro. El erizo mayor detiene sus pasos y observa de reojo al contrario, el cual ha vuelto a perder el brillo en su mirada y parece sumido en recuerdos ya extintos, en sombras de lo que alguna vez fueron años de aventuras y risas sin final. Si Shadow sintió pena no lo mostró, avanzando sin mirar más a su compañía.
—La próxima vez no salgas sin avisarme. Es molesto estar pendiente de ti. - Eso acaba la conversación, ambos envueltos en un silencio cómodo que no es roto cuando retoman su andar ni cuando llegan a casa. Los momentos compartidos son cada vez menos como para llenarlos de discusiones sin sentido o palabras sin sentimientos.
