Capitulo 1 - Un vistazo al pasado.

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[Garett]


-¿Alek? ¡ALEK! - Grité al verlo salir de la casa de Vlad acompañado de 4 oficiales que lo rodeaban - ¡Alek, que pasó?


La pregunta aún se encontraba en el aire cuando me di cuenta de las manos esposadas a sus espaldas, de la sangre sobre su ropa y su rostro. De su palidez y su expresión en blanco. Los siguientes segundos que transcurrieron, fueron tan lentos que dolían. Lo vi avanzar con la mirada perdida en la nada, a su lado el oficial hablaba pero no parecía ni siquiera prestar atención.


-¿Que hiciste? - La pregunta apenas fue audible, las palabras amenazaban con no salir de mi garganta. No mucho tiempo después, los forenses vestidos con sus trajes típicos blancos que solo había visto en persona un par de veces en mi vida salieron detrás. En sus manos, el cuerpo inerte sobre una camilla, recubierta por una capa plástica negra.


Lo hubiera reconocido en donde fuera, cualquier lugar, cualquier situación y esa no fue la excepción. Lo hubiera reconocido aunque no se me mostrara nada mas que una parte de su cuerpo, aunque estuviera a una distancia imposible de alcanzar. Lo reconocí aún a pesar de que se encontraba cubierto y lo único que parecía saltar a la vista era el físico y el perfil de aquel rostro.


-¡ALEK, QUE HICISTE? - Esta vez el grito vino acompañado por una sensación de exasperación, empujaba a la gente a mi alrededor para que me permitieran pasar más allá de la cinta policial - ¿QUE FUE LO QUE HICISTE?


Cuando Alek finalmente me miró de forma fugaz, antes de que lo forzaran a entrar en la patrulla. Pude ver en sus ojos que aquel día, él también había muerto. Sus ojos reflejaban las luces rojas y azules, pero más allá de eso, lucían tan carentes de vida que parecían irreales.


[...]


Dicen que lo peor de la muerte de un ser querido son los recuerdos que lo preceden. Para mí, lo peor de una muerte llega en el momento exacto en el que pones un pie fuera del cementerio y te das cuenta de que la vida sigue. Que todo continúa con monótona y fría normalidad. Cómo si esa persona no fuera nada para el mundo, a pesar de que era el mundo entero para tí.

Lo entendí el día en que después de la muerte de mi mejor amigo, todo continuó, el tiempo no se detuvo, la vida siguió con su curso y no fue amable con ninguno de nosotros. Una parte de mí se alegró que Vlad no viera la persona en la que todos nos convertimos. Otra parte me dice que de estar aquí, todos habríamos tomado un camino diferente. Aunque eso signifique darle a un muerto una responsabilidad que en realidad no le corresponde. Tomamos nuestras decisiones, elegimos conscientemente el camino que nos llevó al infierno y lo aceptamos con honor.

Sí tuviera que comenzar a contar esta historia desde algún momento, no elegiría un día trascendental. Uno de esos instantes que parecen sacados de una película dramática o un momento lleno de tensión. Elegiría un día cualquiera. Porque en esos momentos de calma es donde reside la verdadera belleza de los recuerdos. Los días en los que éramos felices pero no lo sabíamos.

Y ese día cualquiera, resulta ser de los últimos momentos de calma que tuvimos antes de que todo se torciera. Cuando parecía que un futuro brillante nos aguardaba, tan cerca que casi podíamos saborear la buena vida.


[...]


-¡HASTA CUANDO VAS A SEGUIR DORMIDO? - Gritó Vlad al mismo tiempo que lanzaba con todas sus fuerzas una almohada contra mi cara.

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⏰ Última actualización: Jun 14, 2022 ⏰

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