Notas:
Se supone que era un trabajo sencillo, se extendió más de lo necesario.
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Yuuji no tenía idea de cómo habían terminado en su cama.
Los chicos de segundo año, Yuuta, Maki, Toge y Panda. Lo invitaron a tomar unas bebidas. Se juntó el momento y la situación perfecta, donde todos se encontraron en Sendai y Yuuji estaba tomándose unas vacaciones, así que aceptó.
— Pasar tiempo con sus amigos nunca viene mal.
Los últimos meses, se la paso de misión en misión. Solo o a veces acompañado, y ahora tiene un poco de tiempo para disfrutar.
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Copas . . . En un Bar
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Él había perdido la noción del tiempo, desde las rondas y rondas de bebidas entre todos sus amigos, contar anécdotas, molestarse un poco, etc. —una reunión donde algún problema de Yuuta y Maki salió a flote por el alcohol; un accidente que Yuuji preferiría llamar destino—. Cuando todo estallo, él decidió ir a comprar más bebidas y comida, la verdad, solo fue una excusa; no quería involucrarse, y la verdad, necesitaba un poco de aire, el alcohol ya había hecho efecto en su cuerpo, todo mientras los 4 hechiceros se quedaron.
Toge y Panda, tratando de calmar la situación. Pero al parecer, no fue posible, el carácter de Maki y la pasividad de Yuuta empeoraron la citación. Cuando Yuuji volvió al bar, solo estaba Maki, ebria y dolida.
Toge y Panda salieron detrás de Yuuta, quien salió lo más rápido posible.
— Hey Maki, huh . . . los demás?. Preguntó la peli - rosa, sentándose junto a ella.
— . . .
El bar, que antes estaba lleno de risas y el bullicio del grupo, ahora se sentía completamente vacío, a pesar de que aún había varios clientes en las mesas más alejadas. La música suave que flotaba en el aire contrastaba con la sensación de opresión que Yuuji sentía en el pecho al ver a Maki tan perdida en sus pensamientos.
Las luces tenues proyectaban sombras que parecían pesar sobre ella, como si todo el lugar compartiera su desánimo. Maki estaba sentada con el vaso medio vacío, mirando hacia un punto indefinido en la mesa, mientras el alcohol hacía estragos en su determinación de mantenerse firme.
— ¿Qué pasa? No es normal verte así. Algo debe estar mal.
— ¿Déjame en paz Itadori, no es algo que te deba importar?. Suspira y toma otro sorbo largo de su bebida antes de hablar. La frustración es muy notable.
— Porque me importas tú. Y cuando estás así, algo grave debe haber pasado entre los dos. —. Yuuji respondió sin mirarla, solo levantando las manos para pedir una bebida. El alcohol de su cuerpo empezó a abandonar su cuerpo.
— Es complicado, Yuuji. No lo entenderías.
— Tal vez no. Pero puedo intentarlo. Vamos, desahógate. ¿Qué pasó?
— Es. . . Yuuta . . . Nos peleamos . . . Otra vez.
Dentro de Maki, había una guerra constante entre la rabia y el cansancio. Cada vez que pensaba en Yuuta, sentía un nudo en el estómago, una mezcla de frustración y desilusión que no podía sacudirse. ¿Cómo era posible que alguien a quien había amado tanto ahora le causara tanto dolor? Pero lo peor de todo era que ni siquiera sabía si quería arreglarlo o dejarlo.