En algún lugar del infinito, donde los ojos normales solo ven oscuridad y los sobrenaturales ven muerte, se pueden distinguir con facilidad dos inmensos poderes que prácticamente ocupan todo este infinito. Estos dos grandes poderes, lado a lado, se mantienen en un sepulcral silencio, sin embargo, si se presta atención, una leve resonancia mental, más antigua que el universo mismo, se hace presente de manera intempestiva.
• ¡LO SENTÍ! ¡¡ESTA VEZ SENTÍ ALGO DE VERDAD!! ¡¡ESTA VEZ SI ES!! - Con un fuerte sentimiento de emoción e ilusión, la voz más delgada de las dos dice esto con una energía bastante extraña para la misma en varios siglos.
• ¿De nuevo con eso? Dijiste exactamente las mismas palabras hace 25 años, y según recuerdo fue un claro error... - Respondiendo lentamente, de forma monótona y algo cansada por esta reciente molestia, la segunda voz, más imponente y dominante, se hace presente.
Como lo mencionó, hace solo unos momentos para ellos dos, la voz delgada dijo esas palabras... Aunque, si tuviera que resaltar algo, sería el ímpetu que puso en ellas esta vez.
• ¡Ya lo sé! ¡Pe-Pero esta vez...! Algo me dice que es diferente... No entiendo muy bien que pero... Pero yo sen... ¡¿Es que acaso tu no lo pusiste sentir?! - Replicando rapidamente, de manera algo nerviosa y triste, la delgada voz decide pasar la bola hacia su interlocutor.
Es cierto que ella es mucho más perceptiva que el, pero la voz delgada sabe perfectamente que el podría sentirlo sin esfuerzo.
• Deje de prestarle atención a ese lugar desde lo que pasó... Y tú deberías hacer lo mismo. - Despues de lo que pareció un suspiro cansado, la voz dominante dice esto con un tono bastante serio para la situación actual, con un leve rastro de desilusión y preocupación por su interlocutor.
• Pe-Pero... ¿Y si...? ¿Y si no me equivoco esta vez? - Entendiendo la preocupación de su compañero, sin abandonar la reciente esperanza que creció en la delgada voz, ella deja caer estas palabras cargadas del sentimiento que ahora la llena.
• Muy bien. - Dice la voz profunda volviendo a su tono algo aburrido. - Te ayudaré a ver de mejor manera ese lugar. Así podrás darte cuenta de tu error y dejaras de perturbar mi paz. - Diciendo esto, el antiguo ser empieza a manipular una pequeña parte de su poder en pro de que ella deje de molestarlo.
No es necesario tener esa esperanza que ella en ella surge. Lo aprendió bien del suceso que la marcó de gran manera a ella.
• Y-Yo... Yo se que esta vez estoy en lo correcto. Se que es el. . - Diciendo estas palabras teñidas con el profundo sentir que hace siglos no surgía en ella, este antiguo ser empieza a manipular su poder, resonando con el de su igual, todo para ver ese lugar.
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Suspirando al contemplar este desarrollo de situación demasiado llamativa para sus estándares actuales, Hyoudou Issei quisiera volver a dormir en esa, su comoda esquina de callejón... Aunque no necesariamente tenía que soñar aquello de hace unos momentos, revivir esos recuerdos que simplemente no quería ver otra vez, tuvo suficiente de ellos las primeras décadas de esta vida.
• ¡Por fin, Por fin! ¡Es una maldita fortuna poder justificar el darte una paliza, viejo perro asqueroso! - Acompañado de una estridente risa algo macabra, un joven hombre está encima del castaño golpeando su cara repetidamente, poniendo cada vez más fuerza en sus puños.
• ¡¡Jamás debiste tener el arma de un Dios!! ¡¡Jamás debiste tenerlas!!¡¡Tenernos!! ¡¡No eras y no eres lo suficiente para ellas y mucho menos para nosotros!! ¡¡Todos nosotros lo sabíamos!! ¡¡¡Pero yo soy el único que tiene la fuerza para hacerlo!!! - Rugiendo estas palabras, perdido en la furia y el sadismo, en el rostro del hombre se empieza a formar una sonrisa macabra acompañada de algunas lágrimas de felicidad y odio al ver su glorioso proposito en la bolsa, destruyendo a su más detestado nemesis.
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Un Dragón Caído (DxD)
FanfictionDespués que se alcanza una paz para todas las facciones, Hyoudou Issei se convierte en el Gran Mao Amon, El demonio de la Ira, siendo un buen gobernante para el Inframundo, un gran esposo y padre. Sin embargo, un par de siglos después, Issei ya no...