Cap. 09 - La nueva base

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Región Oriental: Japón

Base de la rebelión en las ruinas de la ciudad de Tokio

Perspectiva de Saito Takagi

Han pasado tres días desde que el jefe me llamó para darme la orden de verlo en Egipto en tres semanas. Antes de comenzar el día ya tenía un nuevo mensaje de él diciendo que podía llevar un grupo de personas ya que viajar solo no era recomendable. Ese viejo no piensa en la diferencia de horarios y que debe tener un poco de consideración para mis hombres que se dedican a establecer las comunicaciones, todos necesitamos dormir. Está claro que no debo ir solo, pero necesito pensar claramente quien podría venir conmigo.

Salí de mi habitación para darme cuenta que uno de mis camaradas me espera, quizá lleva tiempo aquí pero por respeto no ha tocado la puerta; anoche nos acostamos tarde por estar viendo las rutas que podría tomar para llegar a esa región del mundo. Es fácil perderse ahora que todo es ruinas y desierto.

-Capitán-. Me saluda-. El equipo de reconocimiento ha regresado.

Vaya, esos tres han tardado mucho tiempo en regresar, no fueron a otra parte del mundo para tardarse cuatro días en regresar.

En la base nos encontramos personas de distintas nacionalidades; aunque la mitad somos japoneses, el resto lo conforman de diferentes partes del mundo; muchos enviados por el jefe, otros porque han sido rescatados de distintos laboratorios. Me dirijo a una oficina modesta donde me encargo de todo; tengo un escritorio, una buena silla ejecutiva, algunas máquinas y todo lo necesario para que no tenga que ir cada vez que necesito algo a la sala de control.

Entro a la oficina. No puedo evitar sorprenderme al ver solo a un integrante del equipo que mandé; ella se gira y me saluda educadamente inclinándose levemente hacia delante. El uniforme que porta notablemente está sucio, también la manga derecha ha desaparecido pero su brazo parece estar sano.

-¿Y el resto?-. Le pregunto.

Me dirijo a mi silla y le indico que puede sentarse, pero ella se queda de pie. Es de las pocas personas que son formales aquí.

-Tuvimos un inconveniente capitán-. Me dice tranquilamente-. La actividad mutante es porque hay varios desconocidos en su territorio, descubrimos a un pequeño grupo de humanos, tenían equipo de primera y protección de máxima seguridad para evitar ser contaminados por la radiación; no pudimos eliminarlos ya que creímos lo mejor era informar primero. Mis compañeros están a cinco kilómetros de aquí con el prisionero.

-¿Qué prisionero?

-Uno de los nuestros capitán...ha confesado venir de un laboratorio pero que no tenía idea de donde se encontraba o por qué lo liberaron. Ha peleado los últimos meses contra los mutantes para mantenerse a salvo.

Analizó un momento la situación, puede que sea una trampa y que sea un enviado del enemigo para saber nuestra ubicación. Sabemos que la seguridad se ha incrementado más, hace un mes robamos un cargamento grande de comida que venía para ellos desde la colonia de Inglaterra.

-Decidimos no traerlo a la base hasta que sea analizado, a simple viste su cuerpo está bien, sin heridas, pero presenta un leve grado de deshidratación y desnutrición.

Ahora que recuerdo esta chica es del escuadrón C, y la envié para evitar que esos dos se maten, por alguna extraña razón siempre que ella está cerca me siento tranquilo; es atractiva pero sé que la tranquilidad no se debe a su apariencia.

-¿Dejaste solos a tus compañeros?

-Parecían querer divertirse con el prisionero, además necesito un nuevo uniforme-. Contestó sonriendo.

El renacer de un mundo perdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora