Capítulo 0 (y el único)

481 35 4
                                    

- Dudo que nos escuchen por acá. Los Guardias de Belos no suelen pasar por este terreno.
- Oh, veo. ¡Súper! Tampoco escucho a nadie.

Hunter y Willow tenían la intención de conversar sobre algunas cosas, pero siendo el primero un fugitivo las cosas se complicaban un poco.

El Aquelarre del Emperador estaba interviniendo las comunicaciones, y por eso usar un cuervófono no era factible. Penstagram no era privado, y tampoco podrían arriesgarse a encontrarse libremente en algún café de Huesosburgo: los Guardias y espías del Emperador reconocerían a Hunter de inmediato, y tendría que andar cubierto todo el tiempo.

Y bueno, si ambos tendrían que cubrirse bastante, podrían hacerlo bien y aprovechar a salir a algún lado que haga que lo valga. La Rodilla y el frío glacial que la cubre parecían una buena opción.

Solo podían oír el ruido de la naturaleza. Y a ellos mismos, claro.

- ¿Monstruos salvajes? -preguntaba Hunter

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- ¿Monstruos salvajes? -preguntaba Hunter.
- ¡Sí! Una vez Luz nos contó que se encontró uno. Una Reptibestia, si no me equivoco, ¡pero si no la molestamos no nos hará nada! -se apresuró a terminar Willow al ver a Hunter tomar con más fuerza a Flapjack.
- Oh, eso es genial. Igual debemos estar atentos, capitana. Pero aún así me interesa este lugar -mencionó el ex Guardia Dorado- y la verdad no llegué a conocerlo mucho.
- Oooh.
- Fui en todo tipo de misiones por varias partes de las Islas, pero no recuerdo haber pasado por aquí. Igual mi memoria no siempre fue buena.

Llegaron a una parte elevada. Ambos llegaron al pico del acantilado, y empezaron a ver a su alrededor.

Aparte de la flora y fauna del lugar, no había nada sospechoso. Lo curioso es que no había nada. Esperaban encontrarse con al menos una persona por el camino, pero todo estaba silencioso. No había gente, ni guardias.

Le pareció gracioso a Willow. Ella tenía permiso para salir, pero no un permiso explícito para abandonar la ciudad. No hay problema, pensó ella: confiaba en su amigo, y de todas maneras, en malas circunstancias ella podría valerse por sí misma.

Ambos estaban sentados en el suelo. Ya habían recorrido una gran parte del lugar: Hunter quería seguir caminando, pero el lugar en el que terminaron parecía ser cómodo y decidieron quedarse un rato.

Hunter estaba comentándole a Willow cómo se había sentido estos días.

- Es complejo, ¿sabes? Yo creía muchas cosas, y resultaron no ser verdad. Y hay muchas cosas que aún me confunden.

Los palismanes de Hunter y Willow estaban encima de un tronco, y estaban descansando uno al lado del otro. Ella estaba prestando atención a su amigo, sin perderse nada.

- Belos es alguien muy poderoso -continuó el ex Guardia Dorado- y tiene ojos en todas partes. Va detrás de la Dama Búho y de Luz. No quiere ningún error para el Día de la Unidad, eso me lo ha dejado muy en claro antes, y no creo que sea clemente ahora con los disidentes.

Somos un desastre (Winter TOH)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora