[ CHAPTER 01 ]

1K 117 14
                                    

El chico de cabellera morado con mechones negro y corto de ojos púrpura, caminaba en busca de un tienda por las calles un poco desolado de personas, ya casi sería media noche

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El chico de cabellera morado con mechones negro y corto de ojos púrpura, caminaba en busca de un tienda por las calles un poco desolado de personas, ya casi sería media noche. Ran, frunció el cejas, molestó.

—¡Ah! ¡Cuando te tenga en mis manos te mataré, Rin-chan!, ¡¿por qué me mandas a comprar a estas horas?! —exclamo y cuestionando a la nada, con las manos hecho puños y la mandíbula tensa por el poco enojo que sentía y contenía.

Su querido hermanito lo había mandado a comprar algunas cosas para el-gran-apartamento que los dos comparten, porque Rindou no había encontrado casi nada en la alacena ni en la refrigerador, ¿su pequeño hermano deseaba comer más después de haber terminado de cenar? ¿Pero cómo? ¿En dónde le cabía el estómago? ¿Por qué no engordaba?

Y pensar en lo tierno que se vería Rindou siendo gordito, tendría con que más molestar a su hermanito y, con eso olvido lo enojado que se encontraba.

Aunque...

El Haitani, hace unos minutos atrás se encontraba tan cómodo viendo sus películas de terror, acostado plácidamente en el gran sofá y acompañado de un bowl de palomitas, para que ahora este en esa situación.

¡Ja!

Eso sí es un gran y directo golpe a su alto ego.

El Haitani menor, Rindou, encontraba en la cocina del apartamento, el chico buscado algo que meter a la boca para callar a su estómago que rugía por comida-aunque ya había cenado-, pero no encontró nada en la alacena, tampoco en el refrigerador, s...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El Haitani menor, Rindou, encontraba en la cocina del apartamento, el chico buscado algo que meter a la boca para callar a su estómago que rugía por comida-aunque ya había cenado-, pero no encontró nada en la alacena, tampoco en el refrigerador, se entraba vacía, solo encontró una... ¿lechuga?

—¡Hermano, ve a comprar algunos piqueos o lo que sea pero comestible, no hay nada en la alacena! —gritando desde la cocina—. ¡Rápido!

Y Ran estaba tan concentrado viendo la serie de terror que le gustaba en el televisor de pantalla grande. La serie de encontraba en la parte donde daba más miedo, que cuando escucho el grito de su hermanito, se sobresaltó del susto en el sillón que casi juraba que el grito-no muy macho-que quería soltar se le atascó en la garganta.

DARK ALLEY | ▫️[ RANTAKE ]▫️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora