CAPITULO IX

6 1 0
                                    

El mayor mejor conocido como el papá de los hijos de la mafia italiana hizo unas llamadas para contactar a la niñera y pedirle que cuidara a los niños debido a que tenía que encargarse de un asunto.

Cuando la niñera llegó a la casa, el mayor abrió la puerta permitiéndole el acceso a la casa. Su esposa se acercó al mayor para tomar su mano entrelazando la y antes de salir por la puerta los dos hermanos Allen y Reacher se acercaron.

— Por favor encuentren a Cody —dijeron ambos al unisono

Ambos hermanos se encontraban aguantando las lágrimas, los mayores al ver aquella escena sintieron una presión en el pecho debido a la angustia e preocupación.

La mayor se colocó de cunclilllas posando sus manos por los hombros de ambos y los observo fijamente antes de poder hablar.

— No se preocupen, su papá y yo encontraremos a su hermano... A cualquier costo pero nosotros necesitamos que ustedes estén tranquilos, si tenemos noticias se las haremos saber por medio de nuestra Nana.

Ambos asintieron limpiando se las lágrimas que recorrían por sus mejillas. La mayor antes de incorporarse dejo un beso en las mejillas de ambos y salió de la casa.

Afuera de esta se encontraba una camioneta blanca con vidrios de color negro polarizados, ambos subieron a la camioneta que los llevaría a las afueras de la ciudad cuya ubicación era algo desconocida.

Al llegar a dicha ubicación ultra secreta ambos bajaron de la camioneta para adentrarse en aquel lugar y reunirse con sus hombres de mayor confianza debido a que esto era algo más personal.

Una vez que sus personas de confianza llegaron a la sala de reuniones empezaron a explicar lo que había pasado "el robo de su propio hijo por manos de la mafia americana" los mayores contaron cada detalle de la misma forma que  les habían contado sus dos hijos previamente.

— ¡ Ya tienen su misión !, Encontrar a mi hijo, cualquier rastro que encuentren aunque sea el más insignificante nos lo deben comunicar —menciono el mayor con el tono autoritario tan característico de él.

— Si capo —mencionaron al unisono en italiano

[...]

— ¿Ya despertó?

Uno de los hombres con traje completamente negro paso por la habitación donde se encontraba Cody y luego giro su cabeza para ver a su jefe — Aún no, señor

— Puff, ¡ te dije que no le dieras mucha dosis !

— El niño se resistía señor —dijo encogiéndose de hombros

Hubo un completo silenció, el hombre alto con bigote cuyo nombre por el momento era desconocido y solo se le podía denominar como el Líder de la mafia americana, se acercó a un pequeño maletín para abrir dejando a la simple vista algunas herramientas de tortura.

— Piensa torturarlo

El hombre se volteo mirando a aquel chico pelirubio con ojos azulados con una ligera sonrisa que denotaba diversión.

— ¿Tu que piensas?

— Con todo respeto señor, no creo que sea favorable torturar a un niño —menciona girando a la ventanilla para ver al indefenso niño luego volvió su vista al líder.

— ¿Quien te crees tú para darme órdenes?

— No es una orden señor solo estoy siendo subjetivo, es un niño, podría matarlo o incluso romperle algún hueso ... No creo que se quiera quedar sin su arma letal

El hombre simplemente rio fuertemente antes de poder responder — No me importa si le rompemos un par de huesos en el intento de transformarlo en el arma perfecta —hizo una ligera pausa — después de todo... No hay diversión sin tortura.

— Señor... Con todo respeto, no creo que eso sea una buena idea

— ¡Basta! ... No me vas a dar órdenes de que hacer o no hacer, tu única misión ahora es avisarme cuando el niño se despierte, ¡Está claro!

— Si señor

El pelirubio se quedó fuera de la habitación vigilando al niño que aún se encontraba dormido, lo único que escucho fueron los pasos del hombre alejarse.

Después de unas horas había despertado en una habitación al principio mi vista estaba algo borrosa por lo que parpadeé algunas veces en busca de que mi vista se acoplará a la normalidad, tomo algunos minutos para que mi vista estuviera acordé.

Mire a mi alrededor dándome cuenta que no me encontraba en mi habitación era más parecida a una habitación de una cárcel, una cama, un inodoro junto a su lavabo.

Intente levantarme sin embargó mis manos se encontraban atadas a una camilla con unas esposas, volví a forcejear sin importarme que pudiera lastimarme.

Gire mi vista al ver un chico rubio a través de una ventana de la propia habitación, el chico al momento de verme conciente salió corriendo al lado contrario, solté un ligero suspiró antes de volver a forcejear con la esperanza de romper el metal de las esposas sin embargo esto era en vano... Solo era un niño, un simple niño.

Cuando la puerta de abrió de golpe dejando ver a aquel hombre y detrás de el aquel chico rubio dejando salir lentamente su respiración.

— Me alegra que ya estés despierto —dijo entrando a dicha habitación

— ¿Que quiere usted de mi? ¿Porque me tiene encadenado?... Yo no he hecho nada

— Tiene suerte de seguir vivo o de lo contrario ya estaría muerto —dijo burlonamente

Aquel chico rubio entro con una charola de metal a la habitación dejándola en una mesita casi a la altura de la cabeza del chico.

—Umh... Si sigo vivo es por alguna razón así que... ¿Que quiere usted de mi? —respondió con frialdad

— ¿Porque no se relaja?... No debe preocuparse por nada —dijo mientras le hacía una señal al otro hombre

El chico rubio soltó un leve suspiro antes de agarrar un suero que era
rojo con partículas negras y se dispuso a vaciar aquel suero en una jeringa de metal.

— ¿Cómo estaré tranquilo?... Si, ¡Estoy esposado en contra de mi voluntad!

— Veo que aún no entiende lo que está pasando, cierto

— Claro... Intentaron secuestrarme y lo lograron a causa de amenazar a mis hermanos, no les hemos hecho algo.

— Ya veo... Bueno no tengo porque explicarle el motivo por el cual se encuentra hoy usted aquí... Pero solo le diré que esto que está apunto de suceder será algo bueno para nosotros y algo perjudicial para su familia —dijo denotando una sonrisa maliciosa

— ¿Mi familia?... Mi familia solo son empresarios... ¿Que hay de especial en mi familia?

— No tienes idea cierto, bueno no importa, pronto lo sabrás, lo que necesito ahora es que estés tranquilo... No quiero lastimarte

Observé aquella jeringa lo que provoca que forcejé de nuevo debido a que odiaba los piquetes.

— Quédate quieto

Ignore aquellas palabras provocando que volviera a forcejear un par de veces más hasta que el hombre formó su mano en un puño y golpeó mi rostro con fuerza provocando que mi naríz sangrara.

— ¡Hazlo!

Solo sentí aquel piquete en mi cuello lo que provocó que soltara un quejido de dolor, podía sentir como la zona del piquete comenzaba a quemar.

— D-duele

El hombre se inclinó para estar a su altura y tomar su cabello con sutil delicadeza.

— Esto no es nada  comparado a todo lo que vas a tener que pasar —menciono cerca de su oído provocando que él se estremeciera.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 30, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

ALPO I "Arma letal de un pasado oscuro"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora