parte 1

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Pov. Tessa

Eran las 6:00 de la mañana y tenía que ir a la escuela, genial se me a hecho tarde otra vez. Aunque quisiera usar mis poderes en este momento no puedo, mi madre me lo ha prohibido ella dice que no necesito usarlos para hacer las cosas, que debo de aprender a vivir sin ellos, pero a mí parecer usar mis poderes lo facilitaría todo, ahorraría demasiado tiempo y me podría levantar más tarde.
Escucho algunos pasos acercarse a mi puerta, cuando veo mi madre ya está abriendo la puerta para apurarme y no llegue tan tarde a la universidad.

-Tessa- dijo casi gritando- ¿Que crees que estás esperando? Apúrate!!!

-Es lo que intento hacer-dije en un tono molesto- aunque sería más fácil si alguien me dejara usar mis poderes.

Creo que lo último que dije no le pareció, ya qué me lanzó una mirada asesina.

-Espero y no lo digas enserio señorita, sabes muy bien porque nos mudamos y la razón por qué te metiste a esta universidad- dijo con tranquilidad.

No me gustaba hablar de ese tema, del porque nos tuvimos que mudar y mucho menos quería hablar del porque me inscribí a la universidad del pueblo, si fuera por mi ya me habría ido de este pequeño pueblo me hubiera inscrito en Yale o Harvard, cualquier otra universidad que quedará lejos de aquí. Pero para mí mala suerte me tuve que quedar aquí, siendo espiada 24/7 por mi mamá.

-Lo sé- dije casi como un murmuro, que solo yo pude escuchar- y hoy llegarás temprano para cenar?.

-No lo creo, hoy me toca doble turno así que dudo que llegue a tiempo.

-Esta bien- le dije intentando sonreír, pero salió más como una mueca.

A veces me sentía mal por ella, había dejado todo atrás por mi, dejo a su familia en México, su trabajo el cual le encantaba, la casa que había heredado y si fuera poco se separó de mi papá por mi culpa. Ella no lo admitía pero todas las desgracias que han pasado hasta el momento siempre fueron mi culpa. Es por eso que nunca ocupo mis poderes, me encantaría, pero me aterra perder el control y que la historia vuelva a repetirse.

-Bueno te espero en el coche, no tardes.

-Mamá, no es necesario que me lleves,puedo tomar el autobús- dije tranquilamente.

- estás loca y perderme tu primer día, te espero en el coche no tardes- dijo emocionada.

Cuando la ví salir de mi habitación, me apresure a tomar todas mis cosas y ponerme mis Converse de plataforma, como amaba esos tenis, baje súper rápido las escaleras y tome mis llaves de la mesita que se encontraba por la puerta. Salí de la casa y me apresure a subir al auto. Una vez arriba, prendí el radio y me recargue en la ventana, mientras observaba el bosque, un solo pensamiento pasaba por mi cabeza ¿Habrá más como yo?. Mis pensamientos fueron interrumpidos, ya que cuando me percate mi mamá me estaba hablando, diciendo que habíamos llegado.

- ¿En qué tanto piensas?- dijo con un tono de curiosidad- te he dicho que hemos llegado y no me has escuchado.

-lo siento, es que estoy un poco nerviosa eso es todo, gracias por traerme te veo en la noche.

-esta bien, recuerda que todo está en ti- dijo casi gritando, ya que yo ya había bajado del coche.

Una vez abajo del coche, me apresure a caminar hacia la entrada, sin duda alguna estaba muy nerviosa, lo primero que hice fue inspeccionar todos los pasillos en busca de mutantes, pero mi búsqueda fue interrumpida por alguien que me había empujado, haciendo que tirará mi teléfono.

-ey! Deberías de fijarte por dónde caminas- dije en un tono molesto.

-y tu deberías de dejar de estorbar- dijo sin detenerse y con una sonrisa, casi burlándose de mí.

Dios que fastidio, espero jamás volverme a encontrar con el.
Cuando ví que se me acercó alguien, era de estatura baja, era demasiado delgada, su cabello era quebrado pero no chino y vestía un colorido atuendo acompañado de unos lentes de sol.

-que imbécil, ¿Estás bien?- me dijo recogiendo mi teléfono para entregármelo.

-si, muchas gracias.- dije regalando le una sonrisa.

-soy Ashley, pero puedes decirme Ash.

-mucho gusto!!- dije sonriendo- soy Teressa pero puedes decirme Tessa.

-algo me dice que tú y yo seremos buenas amigas- dijo casi riendo.

-supongo que si- le dije con una pequeña risa- tu de que carrera eres?.

-soy de bioquímica y tú?

-igual- era un alivio que ya conocía a alguien de la carrera, porque sinceramente todos eran para mí rostros nuevos.

Cuando voltee hacia la izquierda pude ver qué había dos mutantes era obvio que lo eran, ya que una estaba casi pálida y sus ojos eran diferentes al de cualquier persona normal y el otro su piel parecía que era como la de un cocodrilo y al igual que ella sus ojos eran diferentes. Tenía curiosidad por saber cuáles eran sus habilidades.
Era obvio que nadie les quería hablar, y era muy razonable ya que la gente siempre le va a temer a las cosas nuevas, a lo desconocido y nosotros éramos eso, era por eso que muchas personas jamás aceptarán a los mutantes.
Decidí romper el silencio preguntándole a Ash:

-¿Los conoces?.

-si uno de ellos iba conmigo en la secundaria- cuando ví que los estaba llamando- no te incómoda cierto?

- no para nada- dije sonriendo, cuando llegaron a un lado nuestro los saludé- hola, soy Tessa!

Ellos iban a saludarnos y a presentarse conmigo cuando fueron interrumpidos por otra chica que llamaba a Ash desde lejos. Ella era alta, su cabello era negro y a diferencia de Ash ella si era china, venía con chico, agarrados de la mano casi llevándolo a la fuerza hacia donde estábamos, cuando ví bien era el mismo que había chocado hace un rato.

-hola!!- dijo muy emocionada- soy Stacy y el es Lucas.

No pude evitar darme cuenta la forma en la que me miraba de pies a cabeza, como si hubiera algo malo en mi. Cuando terminó de verme pude notar que hizo la misma sonrisa de hace rato, como si se estuviera burlando de mí.

-disculpa hay algo mal en mi? O porque me ves de esa forma- lo dije con mucha seguridad.

-el se rió burlonamente y me dijo sonando aún más seguro de si mismo- en primera no todo gira alrededor tuyo y segundo- antes de terminar la oración se acercó a mi y me susurro cerca de mi oido- traes el cierre abajo.

Cuando voltee hacia abajo para sesiorarme si era cierto lo que decía, me puse roja como un tomate y empecé a balbucear, ya que era cierto lo que decía, el en cambio solo me dió una sonrisa fingida y dijo:

-bueno me tengo que ir, debo de buscar mi salón.

Y así sin más me dejó ahí, avergonzada de mi misma

the mutantsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora