Los hombres del norte

20 2 0
                                    

No era extraño caminar por Londres y ver nativos de otros países del occidente de Europa muy seguido, pues para el gobierno esto representaba dinero en el banco nacional, eran extranjeros que se costeaban solos, sin privilegios de un inglés y con dinero de su país. En este caso caminaba yo por Hounslow, iba de regreso a mi casa, pues Gwyneth y yo habíamos planeado un encuentro en el, ya habitual para mi, Colham Green, pues nos gustaba la tranquilidad del parque, perfecto para hablar de cosas interesantes y decentes como lo es ella, pues después de las cosas que pasaron es la única conocida de tiempo atrás que no me ve como un desadaptado, sin contar a Aaron, claro está. Crucé la Staines Road y un tipo que dobló la esquina de la Ivy Lane me llamó la atención, era alto, tez blanca, cabello castaño, ojos claros y una cara algo tosca y fría, llevaba una chaqueta de jean negra con un escrito bordado en hilo amarillo y negro que decía "Styrka och kraft" en el centro de la espalda. No fue difícil saber de donde provenía, pues en la manga derecha vestía una bandera sueca a modo de brazalete, ¿Nacionalismo nórdico?, no apropiado para un país con dificultades económicas con una política exterior demasiado neutral y pacífica. Eso me dejó pensando todo el camino hasta Colham, es cierto que no tengo una gran educación, pues después de lo que pasó con mi madre dejé la escuela, pero no hace falta ser estudioso para conocer la actualidad europea en el momento en que estaba más activa que nunca, creo que no es la mejor idea del mundo descuidar las noticias cuando la Unión Soviética tiene a Inglaterra entre su lista de "Lugares en donde exterminar el capitalismo e imponer el socialismo". 

Al llegar al parque me senté en una banca cerca a la acera de la calle, no había señal de Gwyneth, no significó mucho, aún seguía pensando en aquel tipo sueco. Recordando su imagen ahora caigo en cuenta que llevaba una especie de maleta de viaje práctica algo pesada, pues el tipo expresaba algo de esfuerzo al caminar con ella, ¿Qué llevaría ahí? Preguntas varias asaltaban mi cabeza, pero ninguna superaba a la duda del significado de "Styrka och kraft". Gwyneth llegó, la vi bajando desde la Pield Heath Road con un gran abrigo color crema, era imposible confundir aquel cabello rubio rojizo que sobresalía en el paisaje diurno, al verme levanto la mano y sonrió, hice lo mismo y ella apuró el paso.

– Hola Jimmy, ¿Qué tal las cosas? –  Se sentó junto a mi y la saludé de beso 

  – Hola Gwyneth, todo anda normal, tu sabes, el trabajo en el puerto no ha cambiado y en las noches en el pub con Aaron, ¿Cómo vas tu?

– Bien supongo, ya me falta poco para terminar la secundaria, el gran problema es que he estado floja en las clases de piano, pues sinceramente no me llenan mucho, tu sabes como es la Sra. Peterson, "Para algo tenemos dedos y no es para toquetear todo", suena muy tonta cuando lo dice

– No sé si por desgracia o por fortuna no distingo sus ademanes de educación, pues solo la vi unas pocas veces cuando pasaba por los pasillos con su gran peinado 

Ambos nos reímos, Gwyneth tiene una sonrisa muy hermosa y siendo sincero me he venido acostumbrando a ella, pues un día en el que me vea con ella y no la haga al menos sonreír es un día perdido, al cabo de unos segundos callamos

  – ¿Qué tienes Jimmy? te noto algo desprendido de este planeta?

– Gwyn –  Así le decía de cariño – Cuando venía del puerto vi a un tipo algo peculiar, de porte corriente diría yo, pero me llamó la atención su vestimenta y aire desafiante–  Me callé como si intentara recordar algo, pero entre divagaciones me perdí y volví al escuchar a Gwyn

– ¿Como vestía?–  Le dí una breve descripción del tipo demostrando una marcada curiosidad por la bandera sueca y el bordado en la espalda

–"Styrka och kraft", me pregunto qué significará

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 18, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Dios salve a La ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora