Arkham, su nuevo hogar

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—¿Tú? —dije al analizar al villano que llevaba días intentando localizar por todo el universo actual. 

—Sí, yo —su voz firme pero con miedo intentaba escalar la tranquilidad pero algo le preocupaba. Esconderme tus miedos era algo imposible con mi empatía.

—¿Cómo que tenemos que hablar? —construí por fin una frase— ¡Llevo buscándote semanas diría yo! Tengo que...

—¿Entregarme? Ajá, como quieras —esa frase la dijo con más tranquilidad pero algo lo estaba frenando todavía— pero primero quiero hablar contigo.

El frío de sus palabras me recordaba al mío hacia unos años. Algo que no se pierde así como así y que, aún cuando algo o alguien me irritaba, salía a la luz. Nos separamos de la Liga y fuimos a parar a una zona apartada de ese grande parque. Cualquiera diría que en ese momento me iba a asesinar pero para su desgracia eso iba a ser imposible.

—Esto no es fácil de decir... —rascó lo que en teoría era su nuca— ¿Estás...

Esperé que ese casco supiese continuar la frase.

—...embarazada? —soltó por fin.

Abrí los ojos y después de unos segundos de analizar lo que me acababa de preguntar contesté lo más sensato que creí en ese momento.

—¿Qué te importa?

—Bueno, no debería pero el hecho que, en fin, pasó lo que pasó, debería tener un mínimo de interés.

Wow, nunca imaginé que un villano de su calibre (vamos, un asesino que había matado a muchas personas) podía tan sólo preguntar algo de este tema. Me había sorprendido, sí, pero de cierta manera él tenía razón. ¿Debía saber que era muy posible que fuera el padre? ¿Debería tan sólo saber que sí estaba embarazada? Mi cabeza empezó a llenarse de preguntas hacia mí, de si era lo correcto ocultarlo o simplemente decirle la verdad. ¿Qué era lo mejor?

—Sí, estoy embarazada, algo así, sí —me mordí el labio par dejar de decir cosas sueltas y tratar de ocultar mi nerviosismo. 

Se mantuvo en silencio unos segundos. Si pudiese verle la cara sabría que estaría en shock. Me puse a imaginar en cómo sería su cara y, si él fuera el padre de lo que me estaba creciendo en las entrañas, cómo saldría.

Y ahí me vino a la mente.

Si el hijo fuera de Beast Boy, ¿saldría verde? Si fuera así... En el momento del embarazo podría saber quién de los dos es el padre. Aunque también cabía la posibilidad de que su piel fuera parecida a la mía. Entonces me entró el estrés.

—Y podría ser posible que...

—No. —Dije sincera. Sabía por donde iba y no quería que un villano tuviera en la mente que iba a ser padre. Bueno, que cabía la posibilidad pero no estaba segura de ello— Tú no eres el padre.

—Oh, ya. Bueno, mucha suerte con el tema del bebé, Rae —dijo sin sentimiento, frío. Se alejó unos pasos y entonces lo contuve con magia.

—No. Llevo buscándote semanas y por tu culpa no me voy a meter en problemas —dije poniéndome delante suyo de nuevo.

Hizo una pequeña risa. Algo que me recorrió la piel con algo de miedo. ¿Miedo? ¿A mí?

—Haz lo que quieras, llévame preso.

—Eso haré —tragué saliva y lo dormí para llevarlo a Arkham.

Adiós, Red Hood. Por fin lo conseguímos, Beast Boy.

...

—Gracias por vuestra ayuda, chicos. Siempre es un placer trabajar con los Teen Titans, aunque ya no esté el grupo.

—De nada hombre. Controlad a este villano bien, ¿eh? No le dejéis escapar —agregó Beast Boy.

Las risas terminaron y nosotros nos fuimos de ese escalofriante lugar.

—¿Has avisado a Nightwing? —le dije a mi compañero (aunque tras finalizar esta misión ya nos íbamos a ver mucho más).

—Sí, tranquila. Cuando me llamaste diciendo que lo habías atrapado llamé de inmediato. Él fue quien me dijo de meterlo en Arkham aunque no fuera un gran delito.

—Ha matado a demasiada gente, Gar.

—Ya sabes la clase de gente que va a Arkham y este tío no tenía pinta de mezclarse con ellos.

En eso tenía razón.

—Bueno, tengo un tema pendiente contigo, Raven —su seriedad me asustó. Casi nunca hablaba de esa manera.

—¿Qué ocurre?

—¿Qué va a pasar con nosotros? Con el bebé, más que nada, pero también con nuestra relación.

Y ese era el por qué quería haberme ido antes de tiempo; evitar esta conversación.

—Gar, tú y yo lo hemos intentado de todas las formas y, no sé, ahora estoy muy bien sola. Lo de la habitación no tenía que haber pasado pero pasó y te pido perdón por confundirte. Y respecto al bebé... No sé lo qué haré. Quizás tener algo que dependa de mí hace que controle mejor mis poderes y eso consiga que mejore como persona, como ese lado que tengo humano.

No hacía falta que dijese nada ni tuviera poderes para adivinar como para saber que estaba mal.

—Si es lo que tu quieres, está bien, lo aceptaré —sabía que no era así pero admiraba su determinación para decirlo—. Fue un placer, Raven. Cualquier cosa me tienes.

Le sonreí.

—Pero espero estar por ahí cuando tengas al bebé. Soy el padre al final, ¿no?

No lo sé.

—Sí, tranquilo. Además, a los ojos de nuestros amigos seguimos juntos. Al final si que nos veremos —hice una risa tonta.

—Pues nos veremos, Rae.

—Adiós, Gar.

Doble problema |JayRae&BbRaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora