Un amor muy fuerte y amoroso, pero...
¿cómo es posible que ellos dos se juntaron como un par de imanes?
Jeon Jungkook, un chico mensajero que va de empresa a empresa llevando papeles y cafés a los grandes ejecutivos, estudiante de último año en inge...
Eran aproximadamente las 9 de la noche y los dos chicos caminaban por la calle como si fuera de día.
— ¿Seguro que es por aquí? -pregunto el castaño.-
— Obvio sí, por aquí lo encontré con otros chicos.
— Espérate ¿Hay más como el motociclista? -lo mirá.-
— Sí, creo que son sus amigos o algo así -alza los hombros.-
— Joder, espero y no sean unos drogadictos -aprieta la navaja que tenía en el bolsillo por el miedo.-
— No creo que sean drogadictos.
— ¿Y cómo estás tan seguro de eso?
— No estoy seguro, pero no los voy a juzgar sin conocer.
— Como sea, hace frío.
— Obvio, es de noche.
— Sí, pero...
— ¡Mirá! -lo interrumpe- Hay motos ahí, debe de estar el chico del que te habló -lo jala de la mano para esconder detrás de un árbol.-
Se azomaron, rogando para que no los vean, vieron a varios chicos a lado de motos y carros deportivos, unos riendo y otros fumando, pero ninguno estaba drogado o eso parece.
— ¿Quién de todos es el que dices? -mirando a cada chico, que al parecer eran cuatro chicos.-
- No lo sé, no lo veo...oh, espera, vienen dos más... ahí está el que te digo, es el que está vestido de blanco -señala a un chico de cabello rubio cenizo y un piercing por la puente de la nariz, muy guapo la verdad.-
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— Parece un chico que salió del manicomio.
— Lo sé y eso me encanta -dijo Taehyung mirando encantado a aquel chico- ¿Nos acercamos?
— ¿Qué? No, hay muchos.
— Pero ya se fueron dos.
Jimin volvió a mirarlos y si, se fueron dos y otros dos regresaron a la tienda, pero vió a alguien muy conocido para él, tenía cabello un poco largo de color negro, una chamarra de cuero negra y unos pantalones ajustados de color negro, unas botas del mismo color, no podía ver su cara desde ahí, pero sitió algo afilado en su costado y sintió la mano de Taehyung apretar su mano.
"Oh no..." pensaron los dos al mismo tiempo.
— No hagan escándalo y caminen -dijo un de ellos.-
— Y si intentan gritar les encajaremos la navaja.
Empezaron a caminar para acercarse a los otros, cuando el de cabello negro se volteo no lo podía creer.
"¿¡JUNGKOOK!?"
— Jungkook...-dijo el castaño mirándolo sorprendido.-
El de cabello negro lo miró, si era él, esos ojos oscuros como la noche no los olvidaría pero... tenía un piercing en el labio y otro en la ceja, otros pares de aretes acompañaban sus orejas, no tenía esos feos lentes y podía ver mejor esos ojos.
