Solo mis sentimientos plasmados en una historia trágica.
[Two shot. Angst]
De antemano, pido disculpas, porque esto será narrado en primera persona y llevo años sin escribir de esta manera.
Así que me disculpo por si esto provoca emociones desagrad...
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Así como el sol con la luna, tú me haces brillar.
Mi cuerpo se sentía pesado y mi corazón no paraba de latir de esa manera tan arritmica, incluso temí una taquicardia y después un infarto.
Conocía esta sensación de euforia que me hacía sentir pequeño, tímido y sin saber que decir, aún así, seguí hablando con él aún cuando corría a contarle mi gran azaña a mi amigo japonés.
JAPONESITO LA PUSE SKHFKSJSLSJDD NO SÉ COMO TERMINE EN ESTO PERO ESTOY DE NOVIO
Tal vez respondería después, aún así, mi felicidad era tanta que termine contándole todo lo que había pasado con Jungwon.
Lo había conocido el año pasado, por la misma red social donde había conocido a mis amigos más cercanos.
Había leído uno de sus escritos y quedé tan fascinado que entre a su perfil, al descubrir que seguíamos artistas en común, decidí seguirlo e interactuar con él.
Aquellas interacciones llenas de coqueteos a juego terminó en una linda relación.
Y no podía estar más feliz, sentía que mi vida al fin era iluminada.
Estuvimos meses conversando, haciendo que la relación fluyera entre coqueteos y ese tan divertido gay panic.
Después sucedió lo que tanto añoraba y temía.
Sunnie, quieres que hagamos videollamada en navidad?
Accedí, con una sonrisa llena de felicidad que después se transformó en una mueca de inseguridad.
¿Y si no le era tan lindo?
Decidí ignorar todos esos pensamientos negativos para cambiarlos por un "tú puedes, Sunwoo, todo irá bien".
El 25 de diciembre llegó y el timbre de la videollamada que llevaba esperando desde que iniciamos la relación llegó a mis oídos.
-¿Sunoo?
Supongo que preguntó porque mi pulgar se movió por impulso, tapando la cámara.
-¿J-jungwon?- hablé, con nerviosismo, quitando el pulgar, dejando que viera el techo de mi habitación y mis ojos.
Entonces él rio y yo caí nuevamente en el pozo del enamoramiento.
Las videollamadas se hicieron más comunes entre nosotros, aunque al principio solía evitar que viera mi rostro completo, usando alguna mascarilla, mi brazo o las sábanas de mi cama.
Pero un día por la mañana habló y yo respondí algo atontado por el sueño.
-¿Sunoo?- preguntó con alegría.
-¿Qué pasa?- pregunte, sin poder enfocar quien era la persona que hablaba, pues mis ojos seguían algo cerrados.
-Eres muy lindo- dijo -Creo que estoy más enamorado.
