NUESTRA VIDA EN PAPEL

ADELE Y ELÍAS: Punto de quiebre en una relación

Era primavera del año pasado cuando Adele, una chica de 18 años amante de la música country, activista y poco sensata; conoció a Elías, un joven de 22 años apasionado por la fotografía, los paisajes y de carácter pasivo.

Ambos vivían en la misma ciudad y se encontraron como dos almas que buscan su otra mitad, o eso decía Adele cuando le preguntaban, ¿Cómo conoció a Elías si no tenían nada en común?. Ella aseguraba que estaban destinados a estar juntos y que aquel afortunado día fué la muestra de esta afirmación, ya que todo era producto del plan que el destino o el universo les tenía escrito.

Querido lector, te contaré mes a mes lo que pasaron estos locos enamorados que quizá me topé alguna vez o hasta tu pudiste verles al salir a dar un paseo, jamás lo sabremos; lo que si es que su relación fué la más bella combinación entre amor, deseo y hasta odio.

El primer mes fué intrigante ya que estos dos jóvenes comenzaron a descubrir lo que era el amor o lo que creían que era, todo gracias a qué sentían esas cosquillas en el estómago o esa sudoración en las manos al estar juntos a punto de tocarse.

El segundo mes Adele sabía las principales cosas que le gustaban a Elías, como la lluvia en verano o el silbido del viento en otoño, lo cual le parecía hermoso y encantador.

Al tercer mes, Elías tuvo la idea de presentarla con sus amigos quienes fueron dulces con ella y juntos hicieron un brindis por tan extraordinaria unión entre su entrañable amigo y una desconocida que parecía ser de lo más agradable, o al menos no una celosa compulsiva como sus anteriores exnovias.

Al cuatro mes, Adele y Elías tuvieron su primer pelea la cuál fué producida porque Elías conducía a toda velocidad sin importarle los ataques de pánico de Adele producto de su desenfrenada adrenalina ya que era de extrañarse este comportamiento, bien se sabía que Elías solía ser un chico tranquilo y sin temperamento incontrolable a excepción de ese día. Sin embargo, nada caótico sucedió después de este percance y decidieron arreglarlo con un beso y olvidando lo que pasó.

Al quinto mes, Adele le contaba de su relación a su padres, dos adultos anticuados que hace tiempo habían olvídalo lo que es amar o sentir la más mínima muestra de afecto en sus cuerpos ya secos por la edad, los años y las amarguras; así que simplemente se lo tomaron con extrañeza pero finalmente con dureza como era costumbre para Adele quien había crecido en una familia fría pero con disciplina.

Al sexto mes, corría el mes de Julio dónde miles de estudiantes salían de vacaciones y el sol brillante hacía dejar sonrojadas las mejillas de quienes iban por la calle, era el tiempo perfecto para ir a la playa, así que Adele animó a Elías quien con desagrado accedió ir después de mil plegarias dadas por su novia. Al llegar a la playa, Adele decidió nadar un poco en las tibias aguas del mar, mientras que Elías pasaba su tiempo tomando fotografías por el lindo paisaje que se podía apreciar.
Adele deseaba nadar con Elías pero sabía que el odiaba el agua, sin embargo se dejó llevar por su emoción y terquedad, haciendo que Elías callera al mar y su cámara quedará dañada, ya que Adele tuvo la magnífica idea de tomarlo del pie y jalarlo con una fuerza desproporcional, debido a esto tuvieron su segunda pelea dónde Elías decidió dejarla en la playa sola y debido a esto no se hablaron en un mes.

Al octavo mes tuvieron su primer contacto sexual, todo ocurrió en una noche llena de radiantes estrellas e iluminada por el fulgor de la luna, los dos estaban en el auto de Elías cuando después de declarar sus sentimientos el uno al otro y lo mal que se sentía estar distanciados, Adele sintió una conexión tan intensa al chocar miradas con Elías quien comenzó a acariciarle dulcemente la mejilla y a besarla, primero de forma lenta para luego pasar a caricias desenfrenadas que lo único que buscaban es dar placer y saciedad a las ideas lujuriosas de estos amantes producidas por el contacto de sus cuerpos desnudos incandecentes.

Al noveno mes, ocurriría su tercera pelea y con ella un sin fin de discusiones absurdas que los cambiaría para siempre.
Elías decidió salir con amigos en fin de semana cerca de un lugar fuera de la ciudad, Adele sabía de esto y no le importaba ya que confiaba en su novio más que nada en el mundo.
Los amigos de Elías hicieron una fiesta en este lugar a la cuál él evidentemente asistió, en ella se encontró con una vieja amiga de la Preparatoria de nombre Charlotte, era una chica efusiva y liberal, quien al ver a Elías le dió un abrazo y grabó un vídeo donde se veía muy amorosa con él, ella en forma de broma lo subió a sus redes sociales sin saber que después de unos minutos Adele lo vería y empezara una ola de reproches por ira, inseguridad y desconfianza.

Los próximos cinco meses fueron una mezcla entre peleas altamente destructivas por cosas insignificantes y sexo intenso como calmante para el dolor tan agonizante que los dos tenían al no poder solucionar sus problemas.

Con el paso del tiempo, Elías sintió como repulsivo el olor a almendras que Adele tenía impregnado en su piel, odiaba su voz tan escandalosa o sus múltiples pecas. Mientras tanto Adele detestaba la manera en que Elías le tomaba fotos ya que parecía que no le sirvió de nada los tres años que pasó estudiando fotografía en la Universidad, de igual forma empezó a molestarle la canción Do You Want To Know A Secret de The Beatles, tanto que si tuviera a Paul McCartney y a John Lennon enfrente, juraría que les reprocharía el haber creado una canción tan odiosa y detestable que al oírla solamente le producía ganas de vomitar.

Sin embargo después de un tiempo, entre los pensamientos de ambos estaba la más evidente contradicción ya que, Adele aún le encantaba la forma en que Elías la miraba o tomaba su mano para ir a dar un paseo; y Elías moría de amor al ver como Adele podía hablar por horas de cosas variadas enamorandolo sin parar.

Todo esto los llevó a su punto de quiebre, ya sabes... Agonía por estar muriendo pero no morir, su síntoma principal es sentir como se te quiebra el corazón lentamente hasta que el alma te pesa hasta los huesos y te hace sentir desahuciado.

Adele ni Elías comprendían esto, hasta que su estabilidad emocional dejó de ser algo fácil de mantener y cada día lo único que deseaban era huir lejos del otro, sin embargo no querían hacerlo porque su amor lastimoso era más potente que todas las heridas que se producían ellos mismos.

La presión social no faltó en todo momento, ya que ellos creían que si no sabían cómo solucionar su vida, no estaba mal contárselo a alguien más e intentar buscar una solución.
Para su desgracia esto fué un error más en su complicada relación, ya que nadie sabe del amor entre dos amantes si no se sufre y se goza con ellos en carne propia.

Adele le contaba sus problemas a Nico, su mejor amigo desde que tiene memoria. Él le sugería dejar esa relación que lo único que le provocaba era llorar en el baño de su habitación a media noche, desconsolada por no saber que hacer o como cambiar el rumbo de las cosas; sin embargo Adele se negaba porque amaba con locura a Elías y con él había pasado toda una vida en meses.

Mientras tanto, Elías le contaba a Charlotte el como se sentía con la inestabilidad que le producía la relación con Adele, Charlotte como respuesta le hacía insinuaciones diciendo que ella sería mejor pareja y que jamás lo trataría de esa forma tan cruel; de igual forma, en cada momento aprovechaba para menospreciar a Adele y marcar su intolerancia con ella.

Con esta historia concluimos algo, tanto Adele como Elías son jóvenes comunes que te puedes encontrar al salir al parque, tomados de la mano y besándose mientras se aman con intensidad; yo los ví hace meses por el Gran Canal de Venecia, en un velero con música romántica de fondo, eso quiere decir que mis dos protagonistas se aventuraron a seguir junto y aprender uno del otro, con esto me dieron un gran aprendizaje, nadie podrá comprender cuánto se puede sufrir por amor hasta que se pasa o hasta que verdaderamente entiendes el sentido de la empatía, sin una mirada oportunista o recta.

Es duro amar y con esto no digo que sufrir es como se goza el amor, sino que es fácil juzgar lo que mejor sería para alguien sin saber en verdad como se siente tener un punto de quiebre en una relación.

Miriam Mora Campuzano, NUESTRA VIDA EN PAPEL