Caminos separados

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Si me preguntaran cuándo fue que nuestros caminos se separaron, no sabría dar una respuesta.

No hubo una razón en especial, no ocurrió nada importante, simplemente sucedió.

Nuestros caminos se separaron tan paulatinamente que no me di cuenta y pienso que ella tampoco se dio cuenta.

Cuando regresamos de Amphibia, Marcy tuvo que irse, su padre ya se había mudado a otro estado para atender su trabajo y su madre se había quedado en la misma casa esperando el regreso de su hija. No fue de inmediato, pasaron un par de meses entre nuestro regreso y su partida. Chequeos médicos, interrogatorios y demás pruebas fueron comunes en ese tiempo.

Ella sabía que tenía que irse, lo había aceptado desde hace un tiempo, se hizo a la idea desde antes de regresar, no por eso fue menos doloroso para ella y para nosotras.

Prometimos estar en comunicación, prometimos que no importara el tiempo que pasara, nosotras seguiríamos siendo amigas para siempre.

Ese fue el momento donde el camino de Marcy se separó del de nosotras.

No del todo. Las primeras semanas nos comunicábamos por teléfono a diario, no quería perder su conexión con nosotras y nosotras tampoco, nos alegrábamos al escucharla, pero como es normal, esas llamadas diarias dejaron de ser diarias, cada una de nosotras tenía asuntos de los cuales ocuparse, a veces en lugar de una llamada solo era un mensaje y así la comunicación se fue haciendo menos frecuente con el tiempo. Una disculpa por no comunicarse surgía de vez en cuando, pero no había nada porque disculparse, era inevitable que pasara, era natural, cada una debía atender su propia vida.

Luego de un tiempo desde que Marcy se fue, Sasha y yo regresamos a la escuela. Debido a nuestra participación en los eventos de la invasión, el gobierno, con el señor X como intermediario, nos ayudó a no repetir el año perdido, nos hizo tomar un curso rápido y un par de pruebas para no perder el año y avanzar al año siguiente, como si no hubiese pasado nada, como si nuestros estudios hubiesen continuado normalmente. Aunque difícil en un inicio, con el apoyo de Sasha, el de mis padres y mi propio esfuerzo lo logramos.

Durante un tiempo me sentí incómoda al regresar, era el centro de atención del lugar, prácticamente toda la escuela había visto los vídeos donde aparecía enfrentando a Andrias, Sasha, por el contrario, al haber actuado en segundo plano no recibía la misma luz de los reflectores, sin embargo, sí que tenía, después de todo era amiga mía, así como "Otra de las chicas que desapareció".

Intentar explicar los eventos solo desembocaban en más preguntas que no terminaban nunca, afortunadamente, Sasha estaba ahí para ayudarme, ahuyentaba a los demás al verme acorralada y les pedía que me dieran espacio, mientras la situación se normalizó y paulatinamente dejaba de ser el principal interés de los demás, Sasha estuvo a mi lado en todo momento.

Mi amistad con Sasha nunca fue perfecta, en realidad no creo que exista nunca una amistad perfecta, una relación egoísta, posesiva, manipuladora y dependiente que luego se convirtió en una de apoyo, honestidad y amor. Mi relación con Sasha, gracias a los eventos de Amphibia, se volvió una de las cosas más importantes que tengo, porque sin importar lo que suceda, es imposible romper el lazo que nos une, incluso si no estamos de acuerdo con algo, incluso si peleamos, el estar juntas valía totalmente la pena.

Es por eso que nuestra relación se sintió rara y al mismo tiempo completamente normal al llegar a la preparatoria. Nos asignaron a aulas diferentes, por lo que no pasábamos juntas la mayor cantidad del tiempo. Al inicio regresábamos a casa juntas, hablábamos en los recesos o realizábamos actividades juntas cuando podíamos, pero lo que tenía que pasar pasó.

Formamos nuevas amistades en nuestras respectivas aulas, comenzamos a pertenecer a otros grupos, nuestras relaciones se expandieron, ya no éramos solo nosotras dos en la escuela, éramos las dos y los demás con los que nos relacionábamos. Nuestras interacciones, al igual que como había sucedido con Marcy, comenzaron a disminuir, poco a poco, día a día, no fue de inmediato, fue tan lento que no lo notamos, no nos entristeció, cada una lo entendía a su manera, aunque no podría ponerlo en palabras cómo es que esto era así.

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