CAPÍTULO I: Apocalypse

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Anouk

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Anouk


Crulee es lo que queda del mundo, un lugar donde reina las criaturas más extrañas por asi decirlo, aún hay vida humana pero son poco los humanos que no tienen malas intenciones. Todos quieren algo a cambio.

Los años me dejan evidencias que mi especie se basa en destruir, la naturaleza en general.

Lamentablemente para otros ese no es mi objetivo.

Y para rematar solo tengo recuerdos del pequeño orfanto donde fui criada y al cumplir los 18 años al fin fui libre, pero no sabia a donde ir asi que me dirigi a un lugar para las personas que no tienen donde ir, no recuerdo como se llamaba.

Allí viví todo lo que quedaba de mi adolescencia. Refugio le llamaban.

Paso él tiempo y personas desconocidas llevaban comidas y cosas para mantenernos cálidos. Hasta que una noches salí a buscar donde quedarme, sentía que ese lugar cada día había más bocas qué alimentar, no entendía como habían tanto niños abandonados y desprotegidos de sus familias, los seres que te protegen. Seguí y seguí caminando sin rumbo, pero a esas horas de la noche mi miedo ya era muy notable, no sabía dónde ir. Sentía que me estaban persiguiendo varios hombre, venían riéndose y decían;" -¿Estás perdida pequeña?" El escalofrío que sentí me hizo perder el equilibrio y caí sobre un charco de agua putrefacta, me levanté como pude y volteo a la dirección donde estaban los hombres, pero no había nadie. Solo una cosa gigante, no sé cómo describirlo porque luego me desmaye. ¡Sí! Luego de eso no recuerdo nada.

Odio estar sin respuestas.

Luego de despertar en un castillo antiguo

Ese lugar estaba completamente en ruinas.

Recuerdo que al despertar me encontraba en una cama, camine saliendo de la habitación donde me encontraba y lo vi. Un pájaro enorme de hermosas alas doradas que me dejaron estupefacta por unos segundos, estaba comiendo una ¿rata?

Solo se qué al sentirme alzo su cabeza en mi dirección y me vi que estaba ridículamente a unos pasos de haber interrumpido su delicioso festín, lo que hizo me dejo más horrizada.

Chillo tan fuerte que creo que me dejo sorda ¡Maldito animal!

Y empezó acercase rápidamente y como entre, salí disparada a la habitación donde había despertado. Corri hacia el otro lado de la habitación con la respiración acelerada.

¿Donde mierda estoy?

Al sentarme al suelo me doy cuenta que no recuerdo nada de como llegue aqui.
Sentí un escalofrío cuando escucho pasos apresurados a donde me encontraba.
Es extraña la sensación de que pensabas que te podías encontrar con alguien intimidante que podría acabar contigo con un chasquido de dedos y luego encontrar todo lo contrario a eso: un anciano.



Apocalipsis I | Mathura Pillar©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora