Sintiendo tus latidos (Libro Nº2)

2- No hay razón suficiente

CAPITULO 2

Luego de presentarme con todos los que no conocía, todos se metieron dentro a celebrar menos los chicos y sus respectivos bebes, nos dirigimos a un cuarto apartado de todos, tenía que llamar a Nina y Luca, pero como siempre se me adelantaron

–¿FALTA MUCHO PARA PODER ENTRAR? – grita Nina desde la puerta

Les hago seña de que entren sonriendo y negando con la cabeza, es muy típico de ella, cuando llegan se ponen detrás de mi y se quedan mirando a los demás

–Ellos son Luca y Romina – estaba diciendo señalándolos

–Nina – dice interrumpiéndome y mirándome con cara de pocos amigos

–Nina - repito señalándola y luego presento a los demás y dejando ultima a Ruby

–Y ella es – empiezo a decir, pero Luca ahora me interrumpe

–La chica de tu billetera – dice de los mas tranquilo con una sonrisa

Enseguida me di vuelta para mirarlo como si me hubiesen exorcizado, y él automáticamente se puso atrás de Nina y ella estaba con una sonrisa burlona

–¿Chica de la billetera? – escucho a Ruby preguntar

–Nada – digo rápido – ella es Ruby Lennox

Cuando vuelvo a mirar a Ruby esta con el ceño fruncido y amo esa cara de ella, pero sé que no puedo decir nada ahora, sigo mirándola cuando digo lo siguiente seriamente

–Todos salgan que necesito hablar con Ruby

–No – dice ella agarrando a Cas que es la mas cerca de ella

–Si, necesitamos tener una conversación y mientras tanto – miro a Nina y Luca – ustedes pongan al tanto a mi hermano de todo lo que esta pasando y puede pasar ¿quedo claro? – les digo serio

Ellos solo asienten y se dirigen hacia la puerta por la que entraron, Sanem y mi hermano se miran y luego se dirigen serios hacia afuera siguiendo a mis chicos

–Ruby necesitan hablar, aunque lo mandes a la mierda, habla con èl – dice soltándose de a poco del agarre de Ruby – aparte de todo, se deben mutuamente una explicación porque tu sabias donde encontrarlo y nunca lo hiciste

Cuando termina de soltarse y hablar, Liam agarra la mano de Casandra y se van fuera juntos, la habitación quedando en silencio

Nos miramos por unos segundos y luego ya estamos besándonos desenfrenados, la abrazo y todo por todos lados, no tengo tiempo para ser delicado con ella porque estoy enojado y ella también y lo demuestra con cada mordida que hace a mis labios y como aprieta los puños en mi pecho arrugando mi camisa

Ella agarra de mi mano y nos saca de aquella habitación y nos lleva atrás de unas rocas enormes que hay a un costado de la playa, apenas llegamos la vuelvo a besar estampándola contra la roca

–Me abandonaste – dice jadeando mientras trato de sacarle el vestido

–Sabes que solo te abandonaría con razones por las que tu vida corra peligro – digo una vez que pude sacarle el puto vestido

La miro de pies a cabeza casi nada ha cambiado en ella, excepto por un nuevo tatuaje que esta del lado derecho de la cadera, pero con la noche no se veía tan bien

–No hay razón suficiente para que me dejaras sabiendo lo que viví – dice tratando de calmar su respiración

El cielo se había puesto totalmente oscuro y caían gruesas gotas de lluvia que provocaban la calma después del agotamiento del tira-afloje de nosotros y sin aire.