Prefacio

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La historia no siempre es escrita por los vencedores, por lo general, cuando una sociedad se fragmenta desde el pensamiento, las personas comunes buscan un sentido, pierden sus años, vagamente en pensamientos que dan sentido a la existencia. Pero ¿son quienes aprueban los cambios que suceden en la historia quienes saben la verdad?, la mayoría tiene una voz a prueba de balas que se mantiene errante en el viento como prueba de el valor de algo que seguramente no sospechan, la mayoría de veces es mejor arriesgar todo por una idea que no arriesgar nada, tal ves es esa forma de pensar la que hace impredecible la facultad mas importante del ser humano, su inteligencia.

Apostaría que la historia es como una autopista, hay algunas que se repiten mientras muchas otras son cortas, la historia latinoamericana es un camino sin mantenimiento pero con una forma muy definida, se puede llegar a pensar cuando no se es de aquí que es un lugar intimidante y peligroso, pero para los perros viejos que nacieron y murieron en estas tierras saben que es un paraíso. Aunque parezca imposible de creer este paraíso casi se cae a pedazos, es bien sabido por la memoria que se tiene del esclavismo que latinoamericana estuvo cerca de ser paraíso ajeno, como algunos países africanos donde las posibilidades de emerger como economía son inexistentes, siendo el camino para su gente explotar sus propias tierras para compañías multinacionales que por su trabajo les pagan miserias, esos países miran a las potencias europeas en busca de que esa chispa de hermandad les provea de los medios para acabar con sus lideres.
Aunque la lucha suele ser mas profunda que el simple pensamiento siempre es de ayuda hacer visibles los tratos injustos.
Latinoamérica lejos de ser liderada por una oscura fuerza política, es gobernada soberanamente, pero al ver el sufrimiento de nuestros hermanos nace la pregunta ¿Por qué no nos llenaron la cabeza de fantasías de progreso y hermandad mientras se desmantelaba la barrera entre la realidad y la fantasía del gobernante déspota? Muy simple, para lograr eso debía de haber una ignorancia enorme en el pueblo, que adornado por el lujo no se percate de lo que sucedía frente a sus narices, una militarización radical de las calles, una boda secreta entre el estado y las fuerzas armadas, pero ante este echo tan reprochable no hace falta quien se escandalice por los hechos y tampoco hace falta quien le siga, la protesta es la única forma de echar afuera las manzanas podridas. LA ANARQUIA VENCE.

Last StrawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora