Capítulo 114. Soy un idiota

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Aunque Xu Yangyi dijo que quería seguir adelante.

He Jingyan todavía no podía ser feliz. Se dio una bofetada en la cara al pensar en su comportamiento ofensivo en este momento.

Xu Yangyi estaba atónito. No esperaba que He Jingyan se abofeteara a sí mismo.

"¿Qué... qué estás haciendo?" Xu Yangyi estaba perdido y estaba asustado una vez más.

"Todo fue porque no pude controlarme, así que hice eso para volver a mis sentidos".

He Jingyan le sonrió a Xu Yangyi y le dijo que no se preocupara.

Luego miró a Xu Yangyi con tristeza en los ojos. No podía imaginar si aún podría vivir cuando Xu Yangyi lo dejó.

"Querida."

He Jingyan llamó, su voz estaba llena de amor. Luego acarició la cara de Xu Yangyi y el dolor en sus ojos se hizo más evidente.

Xu Yangyi sabía por qué He Jingyan era así, pero no lo señaló.

En este momento, estaba en un dilema, porque no era la esposa de He Jingyan; él era solo una novia sustituta de su hermana.

Podía volver a vivir su vida normal y no tendría ninguna conexión con He Jingyan.

Sin embargo, al ver que He Jingyan estaba tan triste, no podía decir que quería irse.

'¡Ah! ¡Esto es molesto! ¿Qué tengo que hacer?' Xu Yangyi sintió que era un dolor de cabeza.

Pero no podía decir que odiaba a He Jingyan.

Porque, ¿cómo podría encontrar a otro hombre que le gustara y lo mimara como lo hizo He Jingyan? Y él ni siquiera respondió.

Lo único era que se aprovechaba de él de vez en cuando, a veces no era realmente honesto y le encantaba engañarlo y burlarse de él.

"Antes de que Xu Nuan nuan regrese, ¡supongo que seré tu esposa!" dijo Xu Yangyi. No podía tener el corazón para ver a He Jingyan deprimido y triste.

Aunque solo estaba diciendo eso, al menos se sentiría menos culpable por dentro.

He Jingyan no mostró ninguna alegría porque quería que Xu Yangyi se quedara voluntariamente como su esposa.

En lugar de optar por quedarse con él como sustituto de su hermana.

Pero en comparación con la partida de Xu Yangyi, la opción sobre la mesa ahora era una opción mucho mejor.

"Um... ¿estás, estás enojado conmigo otra vez?"

He Jingyan no dijo una palabra, por lo que Xu Yangyi preguntó con cautela, perdiendo su arrogancia y descaro habituales.

He Jingyan negó con la cabeza y aún permaneció en silencio porque no sabía qué decir. Todo lo que podía hacer era mirar a Xu Yangyi en silencio.

El corazón de Xu Yangyi dio un vuelco, aunque no tenía intención de reaccionar de esa manera; su cuerpo estaba fuera de control.

Pero algo todavía estaba tocando en su corazón.

Xu Yangyi se tocó el pecho aturdido y lo miró. Esa fue la primera vez que tuvo este sentimiento por alguien.

"Saldré y me dejaré calmar por unos minutos".

He Jingyan decidió irse porque temía perder el control de sí mismo una vez más.

Sin embargo, Xu Yangyi lo detuvo repentinamente agarrando su mano.

He Jingyan estaba atónito y miró a Xu Yangyi con sorpresa.

Xu Yangyi, por otro lado, se sonrojó. Miró hacia el otro lado y murmuró: "No es realmente bueno para tu salud contener tu lujuria de esa manera. Supongo que puedo ayudarte con eso. Solo tómalo como una disculpa por haberte hecho enojar en este momento."

La cara de Xu Yangyi se puso roja después de terminar sus palabras. Después de todo, era la primera vez que decía esas palabras en su vida.

He Jingyan dudó de haber escuchado mal y miró a Xu Yangyi, petrificado.

Por lo general, cuando quería tocar a Xu Yangyi, este último se resistía ferozmente, pero ahora estaba pidiendo que lo ayudara él mismo.

Entonces, ¡esa fue la ovejita que entró directamente en la boca de un lobo grande! He Jingyan consiguió a Xu Yangyi sin ningún esfuerzo. Aunque He Jingyan había sido golpeado por él antes, parecía que ahora valía la pena.

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Nota personal: Ósea arg... mi Xu Yangyi tan diva, tan perra, tan empoderada y sale con que tan fácil se las dio...

La novia sustituta del coronel He - PARTE 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora