Poured on a symphony when I'm low, low, low...

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Como que te detesto demasiado, como que pude quererte días atrás, volver a poner mi confianza en tu hipocresía y simplemente creer aún en los cuentos de hadas, porque eres una persona mentirosa que quizá aún tiene esperanzas, pero clavaste tu hacha en mi espalda. ¿Sabes? esta vez no será lo mismo, porque tengo esperanzas en ese plástico con mi foto, lamentablemente con rasguños plasmados sobre mi frente cicatrizada, una provocada por tu culpa siendo una niña, únicamente porque no hallabas tu loción.

Siento un aroma angelical apoderándose de mis fosas nasales, es el aroma de la compañía y apoyo que jamás recibí de ti pero que tampoco creí que mi ángel perfectamente imperfecto me lo brindó, tendiéndomelo en su blanda y firme mano. Mi ángel, el que percibe mi transparencia, mi sinceridad de poca credibilidad, no me quejo, sé que soy una perfecta mentirosa, pero créeme que no a todas las personas les miento. Me da la sensación más bonita del mundo el saber que tengo que comer esta noche porque mi ángel se preocupó, no sólo por hoy, pero tú... ni te preocupaste. Gracias por el resto de la vida, pero no deseo cantaletas.

No me quiero rendir, hoy es un nuevo día, me dormí entre la fuerte vibra de la decepción, de mí como persona y del resto de los individuos que me miran con rareza sólo por tener una perspectiva distinta de la vida y del mundo. ¿Por qué no escribo sobre mi felicidad en este capítulo? porque mi felicidad pasa en un día que pareciera sólo constar de tres miserables segundos. Ya no siento ganas de nada, pero el ardor de mi frente me suplica caminar en un andar que es un arcoíris de matices apagados, deseo volver a encender las llamas que hay en mi interior, quisiera volver a sentir la inspiración. Sé lo que quiero, sé que no me desviaré de mi camino, sé que soy fiel a mis ideales, sé que soy fiel a lo que me hace feliz, también quiero vivir mi felicidad, no es exagerada, es mágica, me gusta leer libros, me gusta crear historias en el mundo cibernético a través de personajes ficticios, me gusta hundirme en las farolas luminosas de mi imaginación y en lo sonoro de una melodía. Sé que soy un ser pesimamente bueno, sé que soy un ser rebelde, porque todos los seres somos rebeldes cuando encontramos nuestra verdadera felicidad, esa que culmina cuando tenemos que apegarnos a un margen disciplinario ocasionalmente exagerado. 

Hoy nuevamente parece haber normalidad en la conversación, pero está más vacía que nunca, está más apagada que nunca y sé que es señal de que no hay vuelta atrás, de que agradezco lo que hiciste por mí, pero mis pies están siguiendo un camino sin tus reproches, sin tus levantadas, te agradezco también las desvividas en tu trabajo, no te quedarás con las manos vacías pero créeme que no olvidaré tu sutil traición, no tengo coraje, no tengo remordimiento, pero deseo tener paz mental, deseo tener criterio propio, descubrir lo duro de la vida para sentirme viva, para sentir que puedo intentarlo sin nudos en la garganta, que a pesar de perder toda tu confianza, yo la recuperaré en mí misma, y no te obligo a que tú vuelvas a confiar en mí, sólo estaré bien, aunque tengo ideas desquiciadas, aunque cada vez me sienta más cerca y capaz de cumplir una de ellas por el aliento de tus duras palabras, eres buena, pero eres tan mala, pero sé que no serías capaz de aceptarlo, sé que nadie es capaz de aceptarlo tan bien como para dañar el orgullo propio.

Life is a drink and love's a drug. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora