Cuando amaneció me di cuenta de que dormí abrazada a Edward Kenway. No me moví solo para no despertarlo, se veía tan guapo dormido que volví a cerrar mis ojos para dormir. Al cabo de unos 15 minutos aproximadamente Edward me levanta.
-¡Buenos días!
-¡Buenos días Kapitan Kenway!
-¿Has logrado dormir Terrens?
-Si, e logrado dormir.
- Hemos llegado a la tierra del fuego.
-¿Y que hacemos aquí? ¡Vamos!
-¡Ya recordé por que no viajo contigo!
-¿Kapitan piensa quedarse parado mirándome a la cara o a cojer su armamento?
-Sabes, acabo de recordar por que me gusta viajar con usted Kapitana.
-¿Como así Kenway?
-Amo ver tus ojos grices y esa mirada de decidida.