- ¡Vas a llegar tarde! - La voz de mi madre retumba por toda la habitación. Todavía no me acostumbro a dormir en esta habitación, especialmente porque a parte de mi colchón y una mesita de noche, no tengo ningún otro mueble. Hace dos días que me mudé a vivir a una nueva ciudad y hoy es mi primer día de instituto. No estoy tan nerviosa como tendría que estarlo porque conozco a la mayoría de mis nuevos compañeros de clase y tengo bastantes amigas ya que hace un mes aproximadamente, fui con mi antiguo instituto a una excursión en la que coincidimos con justo mi nueva clase. Hice bastantes amigas sin saber que meses después, iba a estar en el mismo instituto y en la misma clase. Marta, Olivia, Raquel e Isabella se han convertido en mis mejores amigas en distancia y la verdad me llevo mejor con ellas que con mis actuales ''amigas''.
-Ya vooy- respondo mientras me acomodo el uniforme, sí, uniforme. ¿A qué clase de colegio voy a ir? Nunca antes me han obligado a ponerme algo que no quiero y esto, al parecer, es una excepción. Sigo sin entender por qué sigue existiendo los uniformes en los colegios, y entiendo menos como existen en los institutos. Creo y pienso que somos bastantes mayores como para tener que ponernos unas faldas que nos llegan casi hasta las rodillas y unos polos que hacen que no nos podamos poner. Si van a poner uniformes, que por lo menos los hagan cómodos y bonitos, ¿no?
- ¿No vas a desayunar?
- No tengo ni tiempo ni hambre, me llevaré un zumo para tomármelo por el camino.
Y con eso, me dirijo hacia la puerta para ponerme los zapatos y salir corriendo. No me toma mucho tiempo ya que vivo a cinco minutos del insti, pero no me quiero arriesgar a llegar tarde el primer día. - ¡Rebeca! - lucho por recordar de quién es la voz hasta que recuerdo que estoy en medio de la carretera y hay una cola de coches pitándome para que me mueva. Finalmente, me doy la vuelta avergonzada ya que todo el mundo se me ha quedado mirando. Genial, causando buenísimas impresiones, como siempre- pienso con ironía. - ¡Rebeca! ¡Madre mía la que has liado en menos de un minuto! Me giro y veo que es Isabela. Me sorprendo al ver lo alta que es, hace dos meses que no la he vuelto a ver, justo en aquella excursión. Su pelo ha cambiado, antes era un rubio castaño y ahora ha cambiado a un marrón oscuro casi negro, me atrevería a decir que se lo ha teñido. Lleva una mochila lila con muchos llaveros de animales junto con unas llaves , ¿De su casa? Ni idea. La última vez que hablamos se quejaba de que sus padres no le daban llaves ya que era "pequeña".
Abro la boca para esconderle pero Olivia llega.
- ¡Hola chicas! Espero que nos toque en la misma clase...
- ¿Cómo? Pensaba que ya estaba decidido... - respondo.
- Ojalá- una voz desconocida retumba en mis oídos, ¿Quién es?
- No te metas en las conversaciones de los demás, Marcos- responde Isabela con molestia.
Me giro para ver a ese tal Marcos pero a penas llego a verlo de espaldas. Se ve como el típico chico el cual se cree guay y que todas las chicas quieren tener al lado, no soporto a esa clase chicos.
- Bueno, yo que vosotras iría entrando ya... que al final se hace tarde.- dice Olivia. Isabela y yo asentimos.
Entramos y lo primero que veo es a mucha gente desesperada por ver algo: La lista de clase. Soy una persona que se pone nerviosa muy fácilmente por lo que me entraron escalofríos y sentía mariposas en mi estómago, pero no de las buenas, si no de las malas. Más que mariposas es fuego. Mientras que esperamos a que se despeje la entrada, se nos une Raquel. Ella también ha cambiado mucho, ahora tiene el pelo más largo y más rubio pero sin embargo, no ha crecido absolutamente nada. Eso me agrada ya que así no parezco tan enana al lado de Olivia e Isabela.
Finalmente la entrada se despeja y antes de que podamos llegar a ver el papel donde están puestas las clases Marcos, el chico que nos molestó antes, se nos adelanta:
- No me puedo creer que tengamos la misma clase, encima la nueva esa se une al grupo de las gilipollas- exclama molesto.
Me molesta que me llame "la nueva" ya que no es la primera vez que me ha visto aunque nunca hemos hablado, de hecho que si ni me ha visto. No le doy importancia, a lo que si le doy importancia es al hecho de que a las chicas le ha llamado gilipollas con tanta normalidad. No digo nada ya que no quiero montar un espectáculo.
-¡Eso significa que estamos juntas!- Exclama Isabela.
- A Marcos no es que se le vea muy contento- digo.
-Siempre actúa así pero luego bien que viene a nosotras a molestarnos sin que lo llamemos- dice Olivia.
-Yo sigo pensando que le gustamos. No les hace eso a las demás chicas de nuestra clase- contesta Raquel.
De repente llega Marcos acompañado de otro chico y nos empieza a hablar.
- Bueno bueno, me va a tocar estar otro año con las subnormales- dice mientras que se ríe con ese chico- Y encima con esa- me señala.
- "Esa" tiene nombre- contesto con rabia- Rebeca, mucho gusto- le digo con firmeza extendiendo mi mano en forma de saludo.
- Vaya nombre...- dice con burla.
- Mucho más bonito que Marcos, eso te lo aseguro.
Marcos me contesta pero no llego a escucharle ya que paso de él y me voy al baño a rellenar mi botella, como una excusa para no tener que enfrentarme con él otra vez. Las chicas entran rápidamente al baño.
- ¿Cómo te atreves contestarle así?, él es Marcos, si le contestas seguro que te molestará y te hará la vida imposible hasta que te tengas que ir de aquí- me dice Olivia
- No me gusta que me hablen así ni que me falten el respeto, menos alguien que se cree importante o guay por insultar a otras personas.
- La verdad, tienes toda la razón. Pero sigo sin atreverme a contestarle como tú los ha hecho- contesta Raquel.
- ¿Pero por qué os da tanto miedo contestarle a un sinvergüenza que se mete con vosotras?
- Eso digo yo, siempre he pensado que le gustábamos o algo pero ya se hace pesado y harta. responde Isa.
-Bueno, da igual, vamos a clase que ya llegamos tarde.
Meto rápidamente la botella en mi mochila y salimos corriendo hasta la clase. Como es el primer día, solo tenemos clase de tutoría para que nos expliquen cosas.
Entramos en la clase, yo entro la primera y seguidamente entran las chicas. Me siento rápidamente en una silla aleatoria sin mirar el sitio ya que todos nos estaban mirando y me daba un poco de vergüenza. Miro a mi alrededor y veo a mis amigas sentadas en ls parte de atrás haciéndome señas para ir con ellas, pero ya es demasiado tarde. La profesora nos manda a callar y hace señas para captar la atención de la clase. "Buenos días clase. Mi nombre es Victoria, Victoria Evans y me podéis llamar Vicky o Ms. Evans ya que estamos en un centro bilingüe" En ese momento me acuerdo de que mi inglés no es el mejor. "Seguro que ya os conoceréis todos pero por si acaso, me gustaría hacer un par de juegos para conoceros mejor. La primera actividad consiste en haceros preguntas básicas sobre vuestras vidas con la persona que tenías al lado. ¡Tenéis 5 minutos!" Entre tan deprisa a clase que no me di cuenta de con quien me senté. Me giro rápidamente y veo a una chica con una sudadera enorme y con la capucha puesta . Parecía estar cansada ya que estaba con los brazos y con la cabeza en la mesa intentando... ¿dormir?
- Eh..este.. Hola, me llamo Rebeca y soy nueva.- de verdad tenía que decir lo típico de "soy nueva"? Que mal, que mal.-
-Hola.-dijo en voz baja sin ni si quiera moverse para mirarme o algo.
- ¿Cómo te llamas?
-Ava pero me puedes llamar Eva.- Me dijo pero esta vez mirándome (por fin).-
- Que bonito nombre, ¿Cómo se pronuncia?
- Es inglés por lo que se dice "Ei-Va" pero nadie lo dice bien y hacen chistes llamándome Ava con la verdura. Por eso prefiero que me llamen Eva.
- ¿Te puedo llamar Ava?
-No
-¿Entonces Eva?
Suena la campana del recreo y ella de va rápidamente sin mirarme ni nada. ¿Le caeré mal? Seguro que si, creo que no le debería haber dicho lo del nombre. ¿Y si habla mal de mi por caerle mal? Rebeca, no sobre pienses como siempre haces con todo.
ESTÁS LEYENDO
Miradas Imposibles
Novela JuvenilRebeca, una adolescente de 14 años va a un nuevo instituto en el que ya tiene hecho su grupo de amigas y conoce a la mayoría de estudiantes. Ahí conocerá a Marcos en un lugar el cuál todo el mundo odia... I