Estoy harto. | Aether villain (PAUSADA)

3. ¡Lumine! ¿Lumine?

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- ¡LUMINE!

La nombrada se giró hacia el rubio, sorprendida al verle ahí.

- Aether...- Su voz sonaba quebrada, como si estuviera a punto de llorar, pero su cara se mostraba seria.

Al salir el nombre por la boca de la rubia, el paisaje cambió. Ahora el "cielo" blanco cambió a uno azul puro, como el de Teyvat. En cambio, el "suelo" se convirtió en un espejo, que reflejaba el cielo.

Este fondo podría hacer que cualquiera pensara que estaba en el cielo, que en cualquier momento aparecerían los arcontes a alegrar su llegada. Este fondo era sacado de un sueño hermoso, estaba hecho para hacer que cualquier ser se sintiera en paz. Este fondo podría haber sido sacado de cualquier película.

- Lumine...- El de trenzas tenía la misma voz quebrada que su hermana, de verdad no se lo podía creer. ¿Después de tanto tiempo buscándola, aparece de la nada? En el interior de Aether apareció un puntito de rabia, de frustración.

Lumine seguía mirándolo sin expresión alguna, parecía contemplarlo. Aether estaba un tanto desconcertado también, pues empezó a caminar hacia su gemela, pero una pared, invisible, le barría el paso.

-Hey... ¿Qué querías decir con "no confíes"?

La rubia seguía sin responder, pero las lágrimas contenidas en sus ojos amenazaban en salir, y se giró para secarlas.

-Aether, ¿sabes que?- Lumine se había volteado de nuevo, esta vez con una cara que mostraba tristeza y compasión.- Yo también deseo volver a casa. Pero... no podemos.

-¿Que? ¿Porqué?- La mirada del mayor mostraba incredulidad, confusión y tristeza.

- Sólo... vete.

La pared invisible de repente desapareció, dejando a Aether el paso. Aprovechando esto, el nombrado abrazó a su hermana. Sentir el contacto con su hermana de verdad le aliviaba todas las penas, ese abrazo era lo que necesitaba durante toda esta jornada. Los pensamientos ya no existían.

Por un instante, quiso que este momento durara para toda la eternidad, o mejor, llevarse ya a su hermana para ya pasar al siguiente maldito mundo. No quería volver a quedarse solo.

Al mismo tiempo la cabeza de la rubia era toda una jungla. Quería mucho irse con su hermano, pero también deseaba restaurar la nación que tanto le había costado mantener.

Deshaciendo el abrazo Lumine sintió una enorme culpa cayendo sobre sí misma, pero permaneció impasible y miró fijamente a su hermano.

-Aether por favor. Tienes que irte ya.- Dijo con la voz temblorosa.

Aether entre lágrimas obedeció sus ordenes, ya estaba acostumbrado a hacerlo ya que en otros mundos ella siempre estaba al control de la situación cuando las cosas de ponían difíciles.

<<A pesar de que soy el mayor, ella es la más fuerte, Lumine siempre sabe que es lo mejor para ambos.>>

Ya secando las lágrimas, con la mirada se despidió de su hermana. Ya sabía que tenía que hacer.

Tenía que volver a buscar a Dainself.

Las únicas respuestas que necesitaba las tenía él.

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-Maestro Diluc, ¿ahora que hará Paimon? Paimon siempre esta con el viajero, ¡Paimon y el viajero son mejores amigos!

Paimon estaba un tanto desesperada al saber que los caballeros de Favonius no han visto rastro del viajero desde hace 3 días. Su voz estridente se había vuelto insoportable para Diluc.

- No lo sé, Paimon. Ahora por favor mantente en silencio, tengo mucho trabajo que hacer.

Éstos últimos días Paimon se había estado alojando en diferentes sitios, durmió con Klee en la sede de los Caballeros de Favonius, se hospedó en la mansión de Diluc e incluso durmió en la taberna.

Harta de que Diluc no le hiciese caso, salió de la mansión para sentarse en uno de los muchos bancos que había en el viñedo.

<<Paimon se pregunta porqué el viajero la ha dejado sola.>>

- Ah, ¡es verdad!

Paimon fue volando a Mondstadt, esperando que el viajero siga donde estaba la última vez que le vió.

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Feliz lectura!