El cachorro que creía ser león

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Atrás quedaron los tiempos en que su padre el rey león, su madre y los demás le daban todo lo que necesitaba.

Tiene hambre, pero nunca había cazado. Recuerda como lo hacían y trata de imitarles, solo lo consigue con los más fáciles.

Ha crecido, ya casi es un macho. Ha conseguido cazar a los que les costaba al principio. Cree que es el mejor cazador. Solo echa de menos de la vida en compañía poder presumir de sus éxitos.

Encuentra otra manada. Solo le piden que les lleve cualquier animal para ser aceptado.

Pero su vanidad ha crecido más que su cuerpo. Él no quiere llevar cualquiera, sino el más grande y más difícil.

La primera vez no tiene el suficiente sigilo y le oyen.

En la segunda no se fija de dónde sopla el viento y le huelen.

En la última está en un amplio llano sin ningún escondite cerca. Confía en su velocidad, pero le ven antes de que pudiera acercarse.

Se siente hundido y frustrado. Cree que será incapaz de vivir en compañía.

Una leona se acerca y le dice:

-Te he estado observando. Puedes ser un gran cazador, solo te falta experiencia y humildad. Te ayudaremos a conseguir la primera, pero solo tú puedes lograr la segunda. Procura que estos tres fracasos te sirvan de lección. 

CAJON DE-SASTREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora