Wedding Bells [One Shot] [H.S]

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—¿Tienes algo que hacer hoy?—preguntó cuándo me acompañó hasta mi hotel

—Pensaba ir a conocer un poco la ciudad—comente casual

—¿Te parece si te acompaño?

Una pequeña alarma empezó a sonar en mi cabeza. Era Harry Styles, y estaba comprometido con la directora Olivia Wilde. ¿No sería extraño que lo vieran con otra chica que no fuera su prometida?

—Descuida, desde que estoy comprometido con Olivia, ya no hay más chismes cuando salgo con alguna amiga. Al parecer ella y yo desbordamos amor hasta por los poros y yo no sería capaz de engañarla—intento sonar gracioso, pero en lugar de eso parecía una pequeña queja

Fue como si hubiese leído mi mente, por lo que me calmé.

—No quisiera causar algún problema

—Basta con decirle que saldré con una amiga y listo

Quise reírme un poco al pensar que tendría que avisarle, pero me contuve.

—Muchas gracias en serio por la plática. No sabes cuánto lo estaba reprimiendo.

—Aún no tienen fecha ni planes para la boda, solo el anillo. Si cambias de decisión. Aún puedes decírselo.

Asentí un poco, pero recordando el momento en que Ashton me había pedido ser su esposa, sabría que no podría.

Una noche mágica y cálida a la luz de la luna y con mis amigas de cómplices, fui llevada a las afueras de la ciudad en lo que creía sería un camping con ellas, cuando al llegar me encontré con velas en todo el lugar.

Ellas lucían asombradas, pero nada me indicaba que supieran lo que ocurría.

—¿Y esto?—pregunté al bajarme de la camioneta

—Tal parece que nos ganaron la idea de venir a hacer camping—dijo Jenna fingiendo muy bien

—Bueno, al menos luce lindo—opinó Kyra con una enorme sonrisa—Pero no se ve a nadie más

—Hay que averiguar—comenté sonriente

—!Estas loca!—negó Jenna—Hay que irnos

—Apoyo a Bella. Quiero saber que ocurre

Corrimos subiendo una pequeña vereda, y al llegar vimos ahora todo el lugar repleto no solo de velas, sino también de rosas rojas y un enorme letrero que decía Cásate conmigo.

Sonreí al ver que se trataba de una propuesta, pero mi sonrisa decayó cuando reconocí a las personas que estaban con una copa en la mano y sus celulares grabando. Mi familia entera estaba presente al igual que la de mi novio. Entonces, él apareció con un traje azul cual príncipe que brillaba con la luna.

Sentí pánico, y cualquier emoción por la feliz pareja que se comprometería, se esfumo. Tal vez porque yo era parte de esa pareja.

—Bella, quería que este día fuera especial, y por ello invite a todas las personas que han sido testigo del amor que nos hemos tenido estos últimos dos años de relación.

Mis amigas retrocedieron, mientras que él se acercaba cada vez más a mí.

Quería sonreír, pero no podía siquiera moverme.

—Has soñado siempre con tu cuento de hadas, y hoy me gustaría que comenzara a hacerse realidad. Princesa...—se arrodilló frente a mí—¿Aceptarías casarte conmigo?

Una lagrima rodó por mi mejilla. No era de felicidad ni de emoción, era de terror.

Rápidamente observé cómo todos sonreían enormemente. Algunos gritaban y brincaban feliz cuando yo aún ni siquiera daba una respuesta.

Todos a mi alrededor nos observaban, y Ashton mantenía la postura con una enorme sonrisa.

Saco el anillo y tomo mi mano. Quise apartarla para decir que no, pero sentía la presión de todos.

Comenzó a empujar el anillo en mi dedo sin yo siquiera dar una respuesta, pero tuve que decirla.

—Si—logré murmurar entre lágrimas de terror, que todos parecieron confundir con felicidad

—¡Que vivan los prometidos!—gritaron emocionados

Fuegos artificiales comenzaron a llenar el cielo de colores. Mi ahora prometido se puso de pie para abrazarme y murmurarme al oído cuánto me amaba.

No fue hasta que moví la mano cuando pude sentir cual pesado me resultaba ese anillo de compromiso en mi mano.

—¡Felicidades!—exclamaban todos felices

—Tiemblas—comentó Harry sacándome de mi sueño—¿Tienes frío?

—Es solo la brisa—sonreí un poco—Debo ir a desayunar. No he comido nada desde que llegue.

—No me digas que en cuanto llegaste te fuiste a sentar a la playa

Asentí

—Tan solo fui a dejar el equipaje. Si me quedaba encerrada en la habitación me iba a volver loca

—Creo que te entiendo, yo vine por lo mismo.

Mi hotel no se encontraba muy lejos de la playa, por lo que comenzamos a caminar.

—¿Tu cuando comenzaste con las dudas? Digo, si se puede saber—quise golpearme por haber preguntado cuando por supuesto que no me interesaba

—Fue cuando comenzamos a ver todo sobre la boda. Ella venia de dos matrimonios, uno cuando era apenas muy joven, y el otro que técnicamente quedo en promesa—suspiro—Cuando le entregue el anillo, sabia que quería estar con ella toda mi vida. Solo que, su actitud cambio después de eso.

—¿Crees que tampoco le haya gustado el anillo? —intente bromear, aunque sabia que era un tema delicado. Para mi suerte, él sonrió.

—Todo lo contrario, ¡le encanto!. Y a partir de ahí, pregúntame si se en donde nos casaremos o como será la recepción. Con suerte se el día.

—Te sientes excluido—afirme

—Una boda es de dos personas, no simplemente de una. Y, aunque al principio lo deje pasar, siento que me voy a presentar en un lugar desconocido. ¿Me entiendes? Solo conoceré a los invitados, o al menos eso espero.

—Pero, ¿no has hablado con ella al respecto?

—Lo he hecho, pero se excusa en "quiero una boda de cuento de hadas como la que nunca tuve y siempre soñé"—suspiro deteniéndose después de que yo lo hice, ya que me encontraba en el hotel—Quiero que sea feliz en la boda, pero también yo quiero serlo.

—Aun tienen tiempo. Si la amas, no dejes que una tontería como la planeación de la boda te quite la felicidad—le di una sonrisa sincera.

Ojala yo tuviera un problema tan sencillo como aquel.