Cada rayito de sol estaba siendo aprovechado en un día tan frío como el de hoy. El viento es tan fuerte que los árboles se aferran al suelo buscando no caerse sobre algún coche y las personas sujetándose en cada pared, evitando resbalarse.
Tenía la música demasiado alta como para escuchar al coche que tenía detrás, que pitaba sin cansancio para que arrancase el coche. Estaba tan absorta en sus pensamientos y en la música que olvidó por completo el semáforo que tenía delante. En cuanto despertó de ese trance, arrancó de inmediato el coche y siguió su camino, no sin antes pedir perdón desde la ventana a todo aquel que la adelantaba.
Tras unos minutos en la carretera por fin llegó a su destino.
-¿Acreditación?
-Hola, buenos días. Aquí está. Toma -Dijo mientras bajaba el volumen de la música-.
-Perdón, soy nuevo.
-Tranquilo, es tu trabajo.
Recogió la acreditación de sus manos, la guardó en su bolso y continúo conduciendo hasta llegar el aparcamiento. Apagó la música del todo, cogió su bolsa y la mochila y fue directa a la primera puerta que vio.
-¿Ya estamos todas? -Preguntó-.
-No, aún falta Shakira, siempre llega tarde.
-¿Quién es Sha...? Oh, okey, okey. Ya se quién es. - Dijo riendo-. No creo que a ella le haga tanta gracia como a nosotras que la llamemos así.
-Si le hace gracia.
Entraron juntas y fueron directas a los vestuarios.
-Hola, chicas. ¿Qué tal estáis?
Todas la miraron con un gesto triste pero ninguna respondió. Entonces, su rostro también empezó a cambiar. Se dirigió hacia su casillero para dejar las cosas y cambiarse de ropa. Se quedó mirando unos segundos la pegatina con su nombre, que estaba pegada en la puerta del casillero.
-Es bonito, eh.
-¿Qué?
-Tu nombre en la taquilla.
-Es solo un nombre, es algo normal y común.
-No creo que Asllani sea un nombre muy común por aquí.
-Los nombres aquí son más raros. -Cerró el taquilla y se dio la vuelta para mirar a su compañera-. ¿Acabas de llegar?
-Sí, hoy he recogido a Esther.
-Las demás me han dicho que solo faltaba Misa.
-¿Misa aún no ha llegado?
-Eso dicen.
Asllani recogió sus botas del suelo y caminó hasta el banco para dejar las cosas y cambiarse de ropa. Estaba absorta en sus pensamientos e iba dejando cada prenda sin fijarse bien en si caían o no al suelo. Terminó de cambiarse y se sentó para colocarse los calcetines, espinilleras y botas.
-No hace falta que lo hagas, en cuanto termine lo guardo todo.
-No te preocupes, así vamos más rápido.
-Yo recojo la ropa, no quiero que hagas doble trabajo.- Dijo Asllani levantándose para quitar la ropa de las manos-. ¿Tienes prisa?
-Bueno, somos las únicas que quedamos. Ha llegado ya Misa también, estarán todas esperándonos. -Dijo riendo-.
-¿Y tú por qué te has quedado?
-Quería esperarte. Tienes mala cara y estás muy despistada. No estás bien, ¿verdad? -Se acercó a Asllani y arropó sus manos con las suyas-. Mírame, todo irá bien, eres la mejor en esto.
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Salto al campo
FanfictionHistoria corta sobre Asllani y Marta. La que había subido antes tenía muchos fallos y he decidido cambiarla. Espero que os guste.