Hermana - Sanzu y Lectora

1

Todos se alejaban con temor al verlo correr con la boca llena de sangre.

Nadie se molestó en ir a verlo, en preguntarle si estaba bien, en llamar a alguien, nada, nadie se preguntó porqué había un niño corriendo de esa manera por las calles, solo agradecían que no se habían chocado.

Hasta que lo sujetaste del brazo al fin deteniendolo.

-"Hey! Hey! Tranquilo!" dijiste intentando evitar que siga corriendo, estaba aterrado y con lágrimas en sus ojos "Ven, ven conmigo, vamos a ir a un hospital para que te vean esas heridas, si? Respira..." dijiste suave inhalando y exhalando, para que él haga la misma acción

Poco a poco empezó a hacer lo mismo que tú, hasta regularizar su respiración.

-"Eso es... Eso es, lo haces muy bien" sonreiste "Déjame cargarte, si? Hay un hospital a unas cuadras..."

Te asustó cuando te quisiste acercar, protegiendose con sus brazos.

-"Necesitas ayuda..." le dijiste con calma "Déjame ayudarte..."

Le tomó unos momentos dejar que lo tomes en tus brazos y lo cargues, te preocupó demasiado su condición, no solo por la sangre en la boca, sino sus acciones, y lo delgado que estaba.

Empezaste a trotar lo más rápido posible para llevarlo a un hospital, para que finalmente lo pudieran atender como es debido.

Estaba aterrado de cualquier persona adulta que se le acerque, y no quería separarse de ti, así que tuviste que estar a su lado todo el tiempo.

Una vez pudieron detener el sangrado y cerrar las heridas, te quedaste a solas con el niño.

Viste como él miró apenado la mancha de sangre que dejó en tu ropa, y ya estaba empezando a llorar de nuevo con nervios.

-"Shh... Ya estás bien, tranquilo... Quieres que llame a tus padres para que te vengan a buscar?" preguntaste suave acariciando su mano, con la cuál te tenía sujeto a su lado

No podía hablar por las heridas en su boca, pero negó rápidamente.

-"Tus padres... Te hicieron eso?..." preguntaste con preocupación

Él volvió a negar.

-"Algún hermano? Pariente? Desconocido?"

Siguió negando.

-"Un amigo?"

Se quedó paralizado cuando preguntaste aquello, sentiste el apretón en tu mano.

Te quedaste todo el tiempo que pudiste a su lado, pero se hacía tarde.

-"Pequeño... Debo irme..." murmuraste haciendo que te sujete con firmeza

-"No... No e vahas..." dijo con dificultad

-"Señorita, puede retirarse con el niño, vuelva en una semana, iremos viendo la curación de sus heridas" una mujer te dijo "Necesitamos las camillas para más personas"

-"Oh... Si, gracias" asentiste levantandote de tu asiento, el pequeño enseguida siguiéndote, sin soltar tu mano

-"No debe forzarse a hablar, y debe comer comidas fáciles de mascar, que no fuerce su mandíbula ni abra mucho la boca o no se va a cicatrizar bien" la mujer volvió a hablar

-"Gracias de nuevo" Asentiste para luego caminar junto con el pequeño a tu lado fuera del hospital

Lo quedaste mirándo un momento, era obvio que no pensaba soltarte, y parecía no querer volver a casa.

-"Ah... Quieres... Un helado? Quizás alivie el dolor" le dijiste en una sonrisa

Te miró con un brillo en los ojos y asintió.

Tal vez... Ibas a tener que hacerte cargo de ese pequeño un tiempo.