Hermana - Sanzu y Lectora

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Lo observaste mientras él comía su helado con entusiasmo, como si nada malo le hubiera pasado.

Buscaste algo en tu cartera, sacando una libreta y un bolígrafo.

-"Sabes escribir tú nombre? Puedes escribirlo para mi?" dijiste suave entregandole aquellas cosas

Él asintió y tomó ambas cosas para empezar a escribir con cuidado su nombre.

Haruchiyo

Fue lo único que escribió en aquel papel.

-"Es un nombre muy bonito" sonreiste "Oh! Yo aún no te dije el mio, me llamo (T/n), un placer Haruchiyo"

Él solo te devolvió la sonrisa para volver a comer.

-"Qué edad tienes pequeñito?" decidiste preguntarle

Haruchiyo dejó la cuchara a un lado y con sus dedos te mostró su edad, alzando ambas manos.

-"10 años..." murmuraste mirándolo sin saber qué hacer con él

Debería llevarlo a la comisaría para que llamen a sus padres?

Pero parece que él no quiere volver a casa...

Pero si lo llevo a la comisaría y les digo lo ocurrido, quizás investiguen a su familia y...

No, de esa forma si sufrió abuso por parte de su familia lo van a dejar en un hogar de niños, y vete a saber en cual lo van a dejar...

-"Y dime... Tienes algún lugar donde ir... O donde quedarte... Así te puedo llevar?"

Que sorpresa te llevaste cuando te apuntó a ti.

-"Conmigo? Quieres quedarte conmigo??"

Asintió levemente en una sonrisa pequeña, le dolía mover su boca.

-"Ah..." suspiraste levemente colocando tu mano en tu rostro y lo miraste unos momentos "Ya acabaste tú helado?"

Ante tu pregunta, volvió a asentir mientras comía la última cucharada de helado.

-"Genial" te levantaste y te dirigiste a la entrada de la heladería para irte

El pequeño sintió una gran tristeza, pensando que lo estabas abandonando, hasta que vio que volteaste a verlo.

-"Vamos, o te vas a quedar ahí sentado?" le extendiste tu mano

No tardó en ir contigo, aferrandose enseguida a tu mano para caminar a tu lado.

Fueron a la parada del metro y subieron cuando llegó el que esperabas.

Había un asiento libre en el fondo.

-"Vamos, toma asiento, es un largo viaje" le sonreiste

Él se negó y apuntó para que te sientes.

Rodaste los ojos y te sentaste para luego tomar a Haruchiyo y sentarlo en tus piernas contigo.

El pequeño se sonrojó levemente, sonrió por tu calidez y se aferró a ti.

Fur un viaje de media hora, cuando ibas a bajar, te diste cuenta de que el pequeño estaba dormido en tus brazos, así que lo cargaste con cuidado para bajar en tu parada y dirigirte a tu hogar.

Tu hogar, era una pequeña casa, para una sola persona era suficiente, con una cocina, un cuarto y un baño mediano.

Miraste al pequeño en tus brazos y lo llevaste a tu cuarto para acostarlo en tu cama.

Aunque no fue fácil, ya que no te soltaba para nada.

Suspiraste levemente acostandote también en la cama junto a él.

Bueno... Descansar un poco... No me hará mal...

Pensaste en una sonrisa cerrando tus ojos.