Mikaela conocía muy bien la sensación de resequedad tras su garganta; ese imperante deseo de rasgar la carne humana para succionar del líquido sangriento que recorre nuestras venas. Era una sensación desesperante y muy difícil de controlar cuando era un vampiro. No obstante, ni bien se convirtió en demonio, la sensación cambió ligeramente; el deseo por poseer algo era intermitente, pero no sabía cuál era el objeto de esa obsesión.
Con el tiempo, comprendió que el ser demonio implicaba la necesidad de alimentarse con algo, quizá, peor que el consumo de sangre; los deseos.
Deseaba el deseo. Suena redundante, sin embargo, para Mikaela había un sentido en ello. En su nueva forma, podía percibir las emociones; los sentimientos; los mayores miedos y las obsesiones de su portador, que en este caso era Yuichiro.
Era como tener una puerta frente a él, sin ninguna restricción o cadena que la bloquease; era libre de acceder a todo su alimento, pero así como se contuvo bastante cuando era un vampiro, lo hacía también como demonio. No se atrevía a girar esa perilla imaginaria para desgarrar a Yuichiro en su interior desde su subconsciente, aún cuando podía hacerlo.
Por otro lado, Yu planeó una manera distinta para satisfacer el apetito de Mikaela, sin que este sintiera remordimiento o culpa.
Si se trataba de complacerlo a él, Mikaela estaría dispuesto incluso a hacer lo que no quisiese, como devorar sus deseos. Y si su demonio necesitaba de alimento, esta vez no ofrecería su sangre únicamente; le daría todas sus obsesiones.
Tal como sucedió cuando lucharon contra Guren; fue inevitable que consumiera sus miedos y anhelos para adquirir poder. Hasta fue beneficioso para los dos.
Así, Yuichiro se las ingenió para obligar a Mikaela a participar en este encuentro bastante creativo, con mucho potencial.
Demonio y portador llegaron al mundo espiritual, donde habitan los demonios; dentro del subconsciente de Hyakuya Yuichiro.
Como si estuviesen a punto de realizar el contrato tradicional que los portadores de la serie del demonio negro elaboran, ambos estaban por llevar a cabo el "primer paso".
De pie a un extremo, Mikaela habló primero con autoridad hacia Yu.
一Ya es hora, Yu-chan. Necesito alimentarme ahora mismo.
Con suprema seriedad, Yuichiro lo miró y respondió estoico.
一Oh, ¿ya tienes hambre acaso?
一Así es 一contestó el demonio, relamiendo sus labios lentamente一. Y demasiada.
Muy descaradamente, Yuichiro observó por completo a Mikaela; de arriba hacia abajo, sin olvidarse de ningún detalle. Pretendía barrerlo con la mirada, sin embargo, sus intenciones no eran menospreciar a su oponente, sino todo lo contrario.
一No pienso dejar que me poseas.
一Entonces te obligaré 一rugió fuertemente, abalanzándose hacia Yu.
Él lo veía venir desde un principio, pero no esquivó el ataque. Por el contrario, también se lanzó hacia el frente, intentando tomar control de Mika; no obstante, el demonio fue más rápido y se preparó para golpear con un puño a Yuichiro. El mismo golpe terminó en la palma de Yu, deteniéndolo brevemente y dándole oportunidad de lanzar una patada hacia Mika.
Como protección, este puso su brazo rápidamente, bloqueando de igual manera el ataque.
Con su mano libre, Yuichiro se sostuvo fuertemente de la mano que seguía en su poder, aferrándose a su brazo. Así, bajando la pierna elevada que pretendió usar como distractor, y con todas sus fuerzas, lo tomó del brazo y lo lanzó hacia el suelo, con la intención de tumbarlo para derribarlo. Pero Mikaela no se permitió rendirse. En el momento en que se mantuvo elevado sobre Yuichiro, giró su propio cuerpo, logrando impulsarse al patear los hombros de Yu, para librarse de ese agarre.
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Las obsesiones de Yu (YuMika) One-shot
Short StorySabiendo que Mikaela puede ser obstinado en algunas ocasiones cuando se trata de alimentarse, Yuichiro decide invitarlo a jugar en su subconsciente para que ambos disfruten un momento íntimo y excitante, sin sentir ninguna limitación. Ahí, Mika des...