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Iván mete su buzo sucio en su mochila todo arrugado y desprolijo. Esta en las duchas de la escuela luego de la clase de gimnasia más agotadora de todos los tiempos. Estuvieron jugando futbol, pero los imbéciles del otro equipo no paraban de hacer trampa y eso complicó todo.
Aquello lo dejó con un malhumor enorme.
Se da vuelta para ver a Rodrigo ahí, a medio cambiarse de espaldas a él.
"Eu, ¿te falta mucho? porque mirá que si no te apurás me voy solo"
Cuando se gira a verlo, Iván puede notar como entre sus manos sostenía una caja en forma de corazón con lo que parecen ser chocolates, la tapa era transparente por lo que puedo ver claramente que todas esas cosas no tienen forma, y podría decir que nunca en su vida había visto chocolates tan amorfos.
Hoy es 14 de febrero, por lo que puede suponer fácilmente de que se trata aquello.
Iván no puede evitar pensar que quién sea que le regaló eso a su amigo es la persona más malintencionada del mundo o debe ser alguien con mucho coraje para regalarle unos chocolates tan horribles. Espera que Rodrigo no esté pensando en comerse esa mierda, porque probablemente le de cagadera.
Y siendo honesto con él mismo, hay algo más que se remueve dentro de si mismo que se presenta como molesta. Y no tiene mucho que ver con el estado deplorable del regalo que recibió su amigo, si no más bien que alguien se los regaló. Es claro el significado del presente, y eso por alguna razón le deja un amargo sabor en la boca a pesar de no haber comido nada. Supone que fue una de las amigas de Rodri, que siempre andan orbitándolo como si fueran la luna alrededor del planeta Rodrigo Carrera. Aunque si lo piensa bien, Iván diría que se asemeja más al sol, cálido y brillante como el solo. Sacude la cabeza ante ese pensamiento.
"¿Le gustaste a otra boluda? pará un poco" Rodrigo lo mira en ese instante, de una forma extraña que Iván no puede descifrar del todo. Luce afligido, lo cual es un poco confuso para el más alto, si bien los chocolates son feos, ¿realmente era tanto para verse así? el pelinegro quiere preguntar, pero se aguanta. "No te los comás, se ven horribles. Aparte quien te regala una boludez así de cursi, que valiente la piba"
Los ojos del castaño se abren grandes de sorpresa, pero rápidamente vuelve a su expresión normal soltando un suspiro, se levanta y toma su bolso. "Tenés razón, se ven horribles" se ríe sin gracia y arroja la caja al tacho de basura vacío. Pasa por el lado de Iván y se va sin más, a pesar de que era el pelinegro quien lo esperaba a él.
¿Qué le pasa a este? se pregunta Iván. Rodrigo nunca suele reaccionar así, siempre es energético y ruidoso, pero sin llegar a ser molesto. ¿Había hecho algo mal? ellos han peleado en varias ocasiones, algunas más fuertes que otras, y es que Carrera tiene días y días en los que suele tomarse las cosas de diferentes maneras, siempre dispuesto a confrontar lo que sea que le molesta, o al menos eso es con sus demás amigos, porque con Iván siempre se calla para que después al día siguiente las cosas sigan como si nada.
