"Empieza el campamento"
Llegó el día, el día que empieza el campamento de fraternidades más famosa de Toronto. Es aquel campamento que solo tiene buenas reseñas y incluso los jóvenes van más de una vez en su vida, por la "experiencia". Anittsa quien es nuestra protagonista pensó que sería una buena forma de administrar su tiempo antes de ir a la universidad en vez de tomar un año sabático. Es decir, seguirá aprendiendo pero con más dinámica. Además de qué hay ciertas personas conocidas para ella dentro del campamento.
Volviendo al presente, Anittsa estaba esperando el autobús respectivo del campamento y si sus cálculos no fallaban Eve, su mejor amiga, ya debía estar en el autobús por la forma del vecindario.
Anittsa vestía un crop top tejido de color verde pastel y bajo este había una camisa un poco más larga de color blanco asegurándose de no mostrar nada fuera de lo normal. También vestía un Jean holgado que se ajustaba a su cintura, aquel Jean tenía algunos botones con nombres de bandas como The Neighbourhood. Y unas zapatillas verde pastel acompañaban el conjuntos, aunque no destacaba mucho por su apariencia, si lo hacía por su presencia; pues sus gustos de vestimentas tendían a ser colores de tonos bajos y tiernos, usualmente dejaba su pelo suelto dando un toque de libertad a la vista.
Un sonido un tanto extraño la hizo percatarse de que el autobús llegó a la parada y al entrar divisó a su mejor amiga Eve, quien no parecía muy feliz por el campamento pero aún así le dedicó una sonrisa a su amiga; quien se adentró en el vehículo rápidamente y tomó asiento a su lado. Anittsa miró con pesar a su mejor amiga, pues no disfrutaba viajar en autobús por la cantidad de gente y olores acumulados. Resignada Eve decide sólo mirar por la ventana pero aún así entablando conversación con su amiga.
-Ann, pensé que nunca llegarías a tiempo. Siempre llegabas tarde a la escuela- Dijo con clara burla al ver sus muecas pues no encontraba acomodarse en el espacio limitado del autobús.
-Ya estoy cambiando, dulce, pero espero que el campamento sea al aire libre. Porque ya quiero sentirme menos estresada .- dijo soñadora, a lo que Eve solo sonríe. Sus personalidades eran diferentes y complejas, pero Anittsa la quería tanto al igual que su amiga a ella.
-¿Vas a dormir? El viaje demora un poco, saca tus audífonos descargue una buena play para este viaje -Dijo Eve animada, mientras sacaba su teléfono. Aquello conmovió a Anittsa por lo que abrazó a su amiga y al separarse la tomó por los hombros y le dedicó una mirada con total seriedad.
-Eve, he estado pensando un largo tiempo esto pero, creo que es hora de decirlo. ¿Que casarías conmigo, dulce? -Eve ya se estaba preocupando por la seriedad que de repente su amiga mostró, pero aquello era algo que normalmente le decía Anittsa ya que notaba su interés y el cómo conocía tanto a su amiga.
-Maldita sea Ann, pensé que dirías algo más importante. Ya estamos casadas, estupida. Firmamos el acuerdo a los 10 años -dijo con orgullo mientras colocaba la música. Mientras Anittsa solo rio por lo bajo para acomodarse como pudiese en el asiento, eran 2 horas de viaje hasta el campamento.
Dos horas sentadas, cansadas, hambrientas y un poco aburridas hasta que al fin se escuchó la bocina del Bus sonar, indicando el final del recorrido. Aquellas 2 horas eternas y incómodas habían finalizado, Anittsa despertó bruscamente por el sonido casi ensordecedor del bus y con enojo bajó sus pertenencias y permaneció en la fila detrás de Eve para salir del Autobús.
Una vez fuera de aquel medio de transporte espantoso, las chicas permanecieron en grupo junto a todos los recién llegados, pero aquello no les impidió ver de reojo el campamento y
era extremadamente maravilloso, tenía unas cabañas un poco modernas pero se notaba que trataban de mantener un concepto de antigüedad, también había un gran lago. A lo lejos se apreciaba un auditorio al aire libre y una enorme cafetería, todo su alrededor repleto de árboles por lo que el olor era a maple y pino, olores relajantes para Anittsa.
