Caminos

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Gracias a los amigos de Chan se pudo recaudar el doble de lo esperado y no solo eso si no que ambos clubes de fans hicieron donaciones a la casa hogar en nombre de sus idols.

Si lo pienso detenidamente estos idol no son como los demás que solo piensan en alardear de su dinero y fama; aun que ese Jeon me hace dudar un poco si tomamos en cuenta como presumió de sus fans.

Después de esto jamás volví a pensar en él debido a que es poco probable que nos encontremos de nuevo; es de esta forma que los siguientes días después del evento fueron tranquilos por lo que pude concentrarme en planear las propuestas de música para el programa corto, largo y la muestra de patinaje par a las olimpiadas en las que Chan participara por ultima vez.

Por ende mi responsabilidad era mucho mayor, pues estos programas deberían ser mas que perfectos para que así Chan los recuerde toda su vida; por tal motivo es que me esforcé mucho buscando la música así como las posibles combinaciones que podrían ser perfectas con cada una de las melodías.

En ocasiones para no frustrarme mucho salía a inspirarme de alguna forma; ya sea en museos, en escuelas de baile de diferentes tipos o bien simplemente mirando a la gente disfrutar de sus actividades.

Todo marcha bien hasta que esa noche en la que llega Chan al departamento con un invitado inesperado.

-Nu-na, mira a quien me encontré a las afueras del edificio- comenta Chan muy divertido en lo que le da paso a Jeon.

El joven parecía a un niño pequeño que acaba de llegar a un nuevo lugar, por lo que se mantenía en silencio sin dejar de observar detenidamente todo a su alrededor, por un momento fue enternecedor verlo así; hasta que me dieron ganas de molestarlo un poco.

-Chan no tiene tiempo de salir a jugar o de perder el tiempo en otras cosas que no sea el estudio o el patinaje- le digo mientras lo observo como mira el estante de recuerdos.

-No vengo por Chan- me responde sin dejar de mirar las fotos.

-¿He?- pregunto volteando a ver a Chan quien simplemente eleva sus hombre en modo de que el tampoco sabe a que vino el chico.

-¿Entonces que te trae por aquí?- le pregunto con curiosidad.  

En un principio el chico tartamudeó un poco por ende pensé que me solicitaría que patinara con el por lo menos una vez como lo han hecho en el pasado varias personas al intentar acercarse a mi. Pero no fue así, si no todo lo contrario camino con una mirada de estar decidido hasta llegar enfrente de mi.

Es aquí donde se sienta sobre sus pierna en lo que apoya sus manos sobre sus rodillas para después inclinar un poco su cabeza hacia delante y proseguir diciendo -Vengo a pedirle que me enseñe a patinar-

Escuchas estas palabras me dejaron atónita al grado que no supe que decir; en consecuencia el silencio se hizo presente hasta que Chan lo rompió diciendo.

- ¡ME NIEGO!, no pienso compartir a mi Nu-na y menos cuando estamos por empezar los entrenamientos para las olimpiadas. – reclama el chico molesto.

-En eso Chan tiene razón. - respondo analizando la situación.

Es en este instante cuando el celular del chico de cabellos negros comienza a sonar, no obstante, él simplemente saca su celular del bolsillo de su pantalón para colgar la llamada sin titubear.

Vaya para él debe ser importante aprender a patinar por la forma en que corto esa llamada, pero ¿Cuánto le durara esa determinación?; aquí es cuando nuevamente el celular comienza a sonar varias veces en las que el nuevamente colgaba hasta que le termine diciendo -Mejor contesta o nunca dejara de sonar -

Cadenas de Hielo: EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora