La hija de Alec Lightwood

Cap. 5

-Tierra llamando a Dylan, Tierra llamando a Dylan, respondan –le decía Jessamine en el oído a Dylan- ¿Qué te pasa? Desde que viste a Fénix no has dicho no una sola palabra

-Sigo en shock, Jessie, entiende, es casi imposible que yo haya visto un ángel, es como si todo lo que hubiera aprendido de los cazadores de sombras se fuera por la borda en menos de 10 minutos –exclamo confundido.

-Pero recuerda que no se lo puedes decir a nadie, te creerían un demente, muy pocas personas conocen a Fénix...

-Tu mencionaste un nombre, ¿Cuál era?

-Jonathan Morgenstern –le contesto.

-¿Qué tiene que ver mi hermano aquí? –pregunto curiosa Clary.

-Nada que te importe hobbit –contesto molesta Jessie- de hecho ya me voy, mi padre debe estar esperándome con Magnus, supongo que lo debe estar tranquilizando.

Jessie salió de la habitación y dejo solos a Dylan y a Clary, quien le dedico una mirada asesina antes de salir detrás de la chica de ojos azul.

Jessamine llego hasta donde su padre y Magnus la esperaba, ambos la miraban ansiosos y con preocupación. Alec se acercó a ella y la abrazo hasta dejarla sin oxígeno.

-Padre, me estas ahogando.

-Venga Alec, la vas a matar de tan fuerte que la abrazas –intervino Magnus.

-No sabes lo asustado que estuve –le susurro en el oído y le dio un beso en la frente- no vuelvas a hacer eso

-No lo hare padre –prometió la chica.

Jessamine tuvo un día pesado  por lo que se dirigió a casa con su padre.

Cuando llegaron corrió  a su cuarto y callo en un profundo sueño.

Un chico de pelo blanco la miraba desde su lugar, a unos 100 metros de donde ella estaba. La miraba con ternura y ella solo le sonrió con duda, el chico le extendió la mano y camino hacia ella. Jessamine tomo su mano y el chico entrelazo sus dedos y la abrazo fuertemente.

-Prepárate para lo que viene, Jessie –le susurró al oído y le deposito un beso en la mejilla- vendré por ti, amor, y estaremos juntos por toda la eternidad.

-¿Cómo te llamas?

-Mi nombre es Kazimir Morgenstern, y tu Jessamine Lightwood, gobernaras junto a mí en los cielos por siempre...

Jessamine sintió que la movían bruscamente y se encontró con unos ojos de gato que la miraban preocupados.

-Jessie, por lo que más quieras, aléjate de ese chico.