PRÓLOGO

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Sin rumbo, sin energía. Esas podrían ser las palabras que mejor me describían. Dejé de ver la luz al final del túnel desde aquel día. ¿Por qué a mí? Palabras a simple vista inofensivas pero que escondían tanto que solo de pensarlo un escalofría me recorría el cuerpo.

Dejé de soñar, todo aquel futuro en el que me imaginaba viviendo después de mi arduo trabajo se esfumó ante mis ojos como si nunca hubiese existido, como si no hubiese sido mi ancla desde que tenía uso de razón.

Desde pequeña había soñado con un hogar acogedor, un trabajo que me hiciese sonreír y una familia a la que admirar cuando llegase a casa. Pero ¿y ahora qué?

Nada de eso es real, nada de eso ocurre. Frases que me había repetido constantemente desde entonces en la oscuridad de mi habitación. Debía bajar los pies a la tierra de una vez por todas o sino todo sería aun peor de lo que ya era.

Fue entonces cuando decidí que debía hacer algo, no podía seguir hundiéndome de ese modo. No nos llevaría a ningún lado ni a mi ni a mi hermana. Debía ser fuerte por las dos. Debía sacarnos adelante costase lo que costase, no podía derrumbarme y dejarme llevar por la tristeza y el pasado. Es por ello por lo que forcé una máscara ante todo el mundo y no dejaría que nada ni nadie se interpusiese en mi camino. 

Cuando la máscara cae [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora