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Cae antes un hablador que un cojo.

Su padre siempre le había dicho aquél refrán. 

Tianlang había criado  -o por lo menos había intentado-  a un par de jóvenes astutos para el futuro. Listos para cualquier problema que resultara ante la adversidad. 

Eso había llevado a Luo BingHe estar frente a su mejor amigo, Shang QingHua, a una plática de negocios bastante importante. 

Shang QingHua le dio un sorbo a su malteada de fresa. — Te escucho. 

La negociación sería simple, por lo menos eso suponía Luo BingHe. Solo tenía que ofrecer a su hermano para obtener al roomie de su mejor amigo. Después de todo era una ganar, ganar ¿No es así? 

En su mente se disculpó con falsedad hacia su hermano, pero no había otra solución. No después de los acontecimientos de la semana pasada.

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Era una tarde en martes, Luo bingHe había sugerido a Shang QingHua su casa para realizar la tarea de aquella materia que llevaban en conjunto, a parte de ser una buena excusa para pasar el tiempo y hacer algo divertido para ambos en un lugar tranquilo que no fuera alguna biblioteca de la universidad. 

Hasta el momento, Shang QingHua nunca había frecuentado con el hermano adoptivo de BingHe: Mobei

Sabía que existía por que era inevitable no escuchar de él, pero más allá de su nombre y alguna característica, no sabía más. De todas maneras BingHe no hablaba mucho de él tampoco. Solo lo necesario. No más, no menos. 

Y Luo BingHe tenía por supuesto una muy buena razón. 

No es que en realidad fuera la persona más ejemplar, pero sí se preocupaba por su familia. Mobei no era muy hablador, social, carismático o simplemente amable. Pero sí tenía buenos sentimientos cuando le gustaba alguien. A pesar de no necesitar ayuda de ser salvado de los demás, Luo BingHe se sentía en la necesidad de proteger el corazón de su hermano de los fuckboys -cómo él-.

Shang QingHua por otra  parte era descarado, miedoso y sobre todo: Horny

Entre menos hablara mejor. 

De igual manera sabía que tal vez un día sería inevitable conocerse, pero eso lo dejaría para el futuro. Como quiera las probabilidades de encontrarse eran bajas, Mobei se la pasaba mucho tiempo en su facultad y el edificio era alejado al suyo; casi siempre regresaba en la noche. 

Sin importarle mucho en ese momento, permitió entrar a Shang QingHua, quién estaba hablando de por qué cree que su maestro lo odia solo por no hacer su proyecto de literatura de algún clásico. 

Dirigiéndose a la habitación de Luo BingHe, casi justo por pasar la puerta del baño, esta se abrió  repentinamente. 

Mobei había estado a punto de bañarse, sino fuera que notó que hacia falta su toalla. 

No pasaba nada, estando en boxers entallados a sus glúteos y gruesos muslos, simplemente decidió salir por ella mostrando su trabajado cuerpo a la intimidad de su hogar usualmente vacío. 

Un pequeño jadeo de sorpresa capturó su atención a la escena frente a sus ojos. 

Era BingHe, pero no estaba solo. A su lado se encontraba un joven de cabello castaño mucho más bajo que él. No pudo apreciar bien su rostro, pues Luo bingHe, con sus manos había cubierto los ojos y gran parte de su cara. 

Cambio roomie por tu hermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora