🌟1era Parte🌟

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No. Él no era un chico superficial o bohemio. No era muy asiduo a las invitaciones de ese tipo, pero Sandeul seguía insistiendo que todos los de la universidad hablaban maravillas de ese restaurante, porque sus filetes eran increíbles y la atención muy buena. No había grandes argumentos, fuera de eso, y cuando su amigo mencionó los "meseros guapos", Kim Seokjin supo exactamente por dónde iba la cosa.

—Entonces, van allí a buscar novios, ¿o qué? —soltó, sin querer sonar demasiado agresivo. Sus amigos reprimieron la risa, como si lo que comentaba fuera particularmente gracioso.

—Vamos, Jin... —Jaehwan, chocó su hombro con el de Seokjin, amistosamente. —Tienes 25 años... estamos a nada de graduarnos... ¿por qué no te diviertes un poco? —lo instó, subiendo y bajando sus cejas de forma sugerente. —No todo es estudio y trabajo... Dejémosle eso a nuestros padres, y vivamos lo que nos queda de juventud.

—Tampoco estamos diciendo que iremos a un barrio regular a comprar hierba —se sumó al argumento, Sandeul. —Sólo iremos a comer, mientras recreamos la vista.

—Hay que ver a los lugares raros a los que me han arrastrado antes —resopló Seokjin, cruzándose de brazos.

—Pero, lo pasamos increíble —Jaehwan lo picó en las costillas.

—Mn —asintió Jin, dándole la razón a sus amigos. —¿Seremos sólo nosotros tres?

—Tal vez se sumen las chicas —respondió Sandeul, sacando su celular del bolsillo del pantalón, para teclear rápidamente. —Dicen que van con nosotros —confirmó después de un minuto entero.

—Bien, así me siento más confiado de ir —sus amigos rompieron a reír. —¿Qué?

—¿Mami no te deja salir con nosotros? —lo mosqueó Jaehwan. —¿Es eso?

—Mi madre es sobreprotectora conmigo, ¿qué puedo hacer contra eso?

—Y tampoco somos de su agrado —completó Sandeul. —Dilo, no vamos a ofendernos... después de todo, no nos sorprende.

—Chicos... —Seokjin se sintió verdaderamente mal, porque era cierto que los comentarios descorteses hacia sus amigos, eran a diario, pues a la mujer no le producía ni una pizca de confianza su estrecha relación con Jin, y temía que lo llevaran por el mal camino.

—Jinnie, somos amigos tuyos, no de tu mamá —Sandeul volvió a hablar. —Lo que ella pueda decir o pensar, no nos importa.

—Bien, mucha charla —Jaehwan los cogió a ambos, entrelazando sus brazos para caminar fuera de la facultad de pedagogía. —Vamos a comernos a esos meseros...

—¡Ken! —Seokjin le palmeó el brazo que lo sostenía.

—¿Qué? —se mostró inocente, haciéndolos reír escandalosamente. Sobre todo, a Seokjin, que poseía una particular risa, capaz de oírse y distinguirse desde lejos.

Esa misma tarde, luego de una llamada para reservar, y una generosa propina extra, Seokjin estaba acomodándose en una de las mesas del famoso restaurante, ubicado en pleno centro. Sus fieles amigos lo acompañaban, además de Wendy y Seulgi, quienes completaban el grupo.

—Se ve bastante bien... —murmuró Sandeul, observando a su alrededor.

—No lo sé... llevamos dos minutos sentados y aun no nos traen la carta —bromeó Jaehwan. —Pésimo servicio.

—Ay, chicos, no empiecen con sus chistes —advirtió Seulgi, mirando a la distancia. —Miren que ahí viene un mesero... Dios, que guapo es — añadió en un susurro.

Tan JUNTOS y tan REVUELTOS - TaeJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora