🌟3era Parte🌟

421 84 32
                                    


La barrera inicial del nerviosismo en la boca de sus estómagos, se fue disipando lentamente, al pasar del tiempo. Aquella cita comenzó en una cafetería, bebiendo y comiendo algo ligero, dándose el espacio para las preguntas típicas de las primeras veces.

¿Qué haces? ¿Qué te gusta? ¿Cuántos años tienes? ¿Tienes hermanos? ¿Mascota? ¿Color favorito? ¿Comida favorita? ¿Cantante que admiras? Etc.

Taehyung poseía el don de la palabra, y parecía no poseer un filtro, soltando toda clase de bromas fuera de lugar, haciendo juegos de palabras y sacando carcajada tras carcajada de Seokjin. La primera impresión del pelinegro al escuchar su risa tan peculiar, fue cubrirse la boca y reír junto con él. Jin notó que era él quien provocaba esa reacción y quiso esconderse.

—¡Dios! ¡Es tu culpa! —se quejó, oculto tras sus manos, avergonzado y con las orejas enrojecidas. —Si no dijeras tantas tonterías, yo no habría reído tan fuerte —argumentó, mientras Taehyung ronroneaba una risa grave y arrulladora, que le calentaba el pecho al castaño. —Ahora todo el mundo me mira raro.

—¡No, no! Tu risa es increíble —lo animó, posando una mano en su antebrazo, buscando persuadirlo de dejar de esconderse de él. Taehyung no quería privarse de admirar el bello rostro de su cita. —Es la risa más encantadora que he oído jamás —Jin lentamente bajó la mano que Tae sostenía, incrédulo y fascinado en parte iguales. —Lo juro... podría escucharla por el resto de mi vida —añadió usando un tono de voz más solemne, dándole más credibilidad a lo que decía.

—No juegues conmigo —se quejó todavía, desistiendo de seguir ocultándose de él. Lo cierto era que Jin disfrutaba mucho la vista frente a él. Se acomodó los anteojos y lo observó con detenimiento.

Su cita poseía una deslumbrante sonrisa de dientes blancos y perfectamente alineados. Sus ojos también eran una cosa digna de observar sin reservas, con sus tupidas pestañas enmarcándolos y esa sensación que escudriñaba hasta su alma, al fijarlos en los suyos, como si pudiera leer sus pensamientos, o convencerlo de hacer cualquier cosa. Tenían una energía extraña, atrayente, sensual e hipnotizante. O sólo era que le gustaba mucho que no dejaran de mirarlo únicamente a él, en medio de ese lugar tan lleno de gente. Le hacía sentir especial, como si, para Taehyung, nada fuera más interesante que Seokjin.

Si bien, no era su primera cita de la vida, jamás salió con nadie que lo observara así, dándole a entender que realmente cada cosa que dijera, sería escuchada. La cálida sensación de llamar la atención de tu acompañante, era gratificante.

—¿Quieres ir al karaoke? —ofreció Taehyung, improvisando un poco. La mirada de Seokjin se iluminó, asintiendo emocionado. Con lo ocupado que había estado ese último mes, estudiando como un maniático para rendir sus exámenes finales, aquello era refrescante y le serviría para liberar todas las tensiones de su cuerpo.

—Me encantaría —aceptó.

Veinte minutos después, mucho más cómodos el uno con el otro, entraron en una sala de karaoke, decidiendo cuál sería la primera canción que arruinarían. Fue una agradable sorpresa para ambos descubrir que, aunque sus timbres variaban entre bajos y altos, los dos cantaban muy bien. Y cada cosa nueva que hacían o decían, los acercaba más y más, llenando el listado de "a favor", que cada uno llevaba mentalmente entre pros y contras.

Eran curiosamente compatibles en gustos. Por lo que, cuando varias rondas fueron completadas y celebraron sus logros con risas y exclamaciones animadas, se desplomaron, tomándose una pausa. Uno junto al otro en el sofá largo, voltearon sus rostros para observarse en silencio. Las luces de la pequeña sala continuaban girando alrededor, tiñendo sus pieles de colores intermitentemente. Suspiraron y dejaron salir una risa baja.

Tan JUNTOS y tan REVUELTOS - TaeJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora